Ruptura en la guerrilla argelina que declaró el alto el fuego en octubre
El final del mes sagrado del Ramadán no ha acabado con los actos terroristas. La prensa de la capital informa de 16 nuevos muertos entre ellos un niño detres años, en varios atentados cometidos en el oeste del país.
Mientras, en Bumerdes, a 50 kilómetros de la capital, en lo que fuera urbanización para altos cargos construida por el Ministerio de Hidrocarburos, las fuerzas de seguridad dieron muerte a 16 presuntos terroristas.
La continuación de la violencia coincide con la difusión de un comunicado del Ejército Islámico de Salvación (EIS), firmado por su máximo dirigente, Madani Mezrag, dando cuenta de una escisión en el seno del EIS. La orden del cese de combates dada por Mezrag el 1 de octubre pasado, y que fue seguida no sólo por el EIS sino por otros grupos armados minoritarios que operan en la Mitiya, provocó una fuerte discusión tanto en el seno de la guerrilla islamista como en el Frente Islámico de Salvación (FIS), su brazo político. Partidarios y adversarios del alto él fuego se enfrentaron públicamente. Pero los comandos armados siguieron en general las directivas de Medrad.
Según el comunicado difundido en la wilaya (asentamiento) de Yiyel, donde el EIS dispone de importantes efectivos y donde se pactó la tregua con los militares, "los disidentes del EIS y las bandas del Grupo Islámico Armado (GIA) son los responsables de las actuales matanzas". Fuentes cercanas al movimiento islamista estiman que la ruptura se debe al incumplimiento por parte del poder de las promesas hechas durante las negociaciones, como la liberación de Abasi Madani y de Alí Benach, fundadores del FIS.
