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Ybarra reclama al Gobierno que profundice la reforma laboral y reduzca el coste del despido

El presidente del Banco Bilbao Vizcaya (BBV), Emilio Ybarra, reclamó ayer al Gobierno ante la junta de accionistas del banco que profundice la reforma laboral y, especialmente, que abarate el coste del despido y propicie una mayor moderación salarial, como medidas para crear empleo. Igualmente, pidió que se ahonde en las reformas estructurales -incluyendo la de las pensiones- y que se establezca "una reducción permanente del gasto público" con "una reforma fiscal en profundidad que permita crear mayor riqueza y más empleo".

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Era la junta del mejor ejercicio de la historia. Ybarra la aprovechó para apostar por las alianzas y concentraciones bancarias, que va a impulsar la moneda a única, y subrayó la independencia del banco en todo este proceso. Para el BBV, el euro es un reto y la ambición es crecer para crear valor, según Ybarra, que presentó al banco como "una referencia europea". El BBV quiere involucrarse de lleno en ese proceso. Pero hay todavía mucho camino por andar, según Ybarra, que fue especialmente incisivo con la política sociolaboral del Gobierno. "Tanto el Gobierno como el conjunto de la sociedad española se han resistido a fórmulas simplistas de reparto de trabajo que, probablemente, no hagan sino elevar los costes salariales y empeorar las cosas", dijo, y abogó por "la necesidad de profundizar las reformas del mercado de trabajo, en especial las que se refieren a la negociación colectiva y al coste del despido". No dejó de hacer una referencia al sistema de pensiones y subrayó que en la economía española la población envejece "y sólo un tercio de la misma sostiene a los dos tercios restantes".

Más ajustes

En un discurso denso, de 30 folios, Ybarra alabó la contención de la inflación como un logro de todos, Gobierno, empresarios, trabajadores y, sobre todo, del Banco de España. Pero subrayó que el euro requerirá una mayor moderación salarial, así como flexibilidad de los mercados de bienes y servicios. Afirmó que en 1997 los salarios han crecido de forma notable y dijo que ese alza es, "en parte, responsable de que la creación de empleo haya quedado por debajo de las expectativas abiertas por el mayor crecimiento económico".Abundó en la obligación de continuar el ajuste con "una reducción permanente del gasto publico y la necesaria reducción del endeudamiento; la eficiencia económica y el crecimiento a largo plazo justifican una revisión de la composición del gasto público" y también, según Ybarra, "una reforma fiscal en profundidad para crear mayor riqueza y empleo".

El presidente del BBV reclamó del sector público esos ajustes: "Se deben profundizar las reformas estructurales y dotar a la economía de mayor flexibilidad y capacidad para afrontar la ausencia de política monetaria nacional", tras la implantación del euro.

Con el euro como hilo argumental, destacó que "la Unión Monetaria va a suponer la fragmentación de los mercados nacionales europeos y una mayor competencia". En este punto, subrayó "la necesidad de conseguir una armonización fiscal, para que no haya discriminación entre diversos productos en un mismo país".

El presidente del BBV aseguró que "el euro afectará de forma negativa a corto plazo, y positiva a medio a las entidades financieras, sobre todo con reducción de los márgenes financieros". Ante eso, apostó por la concentración bancaria, las alianzas y la continuidad de las inversiones en América Latina sobre todo Brasil y Chile y otras zonas emergentes.

"No se trata de ser favorable o contrario a la concentración", dijo, "sino de contemplarla como un proceso inevitable que se debe afrontar bajo el principio de creación de valor [ ... Ahora bien", prosiguió, "no pretendemos aumentar nuestra dimensión por el mero tamaño, sino para mejorar nuestra posición competitiva. El BBV sólo debe actuar en segmentos en los que tenga algún tipo de ventaja competitiva". El mensaje fue claro: "Estamos, por tanto, abiertos y en condiciones para estudiar alianzas".

En la rueda de prensa posterior, Ybarra no aventuró ningún tipo de negociación concreta y dijo que no existe ninguna en marcha. Pero el BBV quiere dejar claro que está abierto a cualquier posibilidad, dentro de las orientaciones antes apuntadas. Aventuró, por otra parte, que las alianzas y fusiones serán más entre bancos pequeños y, sobre todo, cajas de ahorros.

A la junta de ayer acudió el presidente de Telefónica, Juan Villalonga, que se sentó junto al de Iberdrola, Iñigo Oriol. El BBV posee el 6,12% de Telefónica y en torno al 10% de la eléctrica. Ybarra no quiso entrar al trapo de la polémica suscitada el miércoles por Villalonga "al acusar al Gobierno de privilegiar a Retevisión frente a los intereses de Telefónica. Zanjó esta cuestión diciendo que no ha profundizado en el asunto y que, en cualquier caso, era la posición del presidente de una compañía en defensa de la misma.

Por último, defendió la independencia del banco, aunque "la Independencia no es sinónimo de neutralidad", subrayó. "Nosotros no queremos ser neutrales frente a los grandes retos de la economía nacional. Queremos comprometemos con quienes investigan, con quienes arriesgan e invierten y con quienes trabajan". El único momento de la junta no programado fue la presencia de un grupo de sindicalistas, que pedían un convenio de banca de ámbito vasco.

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