Una poderosa economía sumergida
Tal vez las cosas no estén tan mal como parece a simple vista, ya que, según los datos oficiales, hubo el año pasado un crecimiento real de los ingresos del 2,5%. Pero es que hay dos economías rusas, y la oculta supone el 40% del PIB, según un informe del Consejo de Seguridad, aunque el ministro sin cartera Yevgueni Yasin dice que sólo es del 25% y un estudio de los economistas Ifor Birman y Larisa Piasheva, encargado por el Departamento del Tesoro norteamericano, la eleva al 50%.
Es cierto que hay pensiones de menos de 4.000 pesetas y salarios de menos de 10.000; pero quizás también lo sea que los ingresos reales medios superan en un 50% a los que se declaran y que uno de cada tres trabajadores gane tanto fuera como dentro de la empresa en la que trabaja. El estudio citado señala que los empleados del sector privado (dos tercios del total) ganan entre 2,5 y 3,5 veces más de su sueldo teórico.
Eso puede explicar que haya 30 automóviles por cada 100 habitantes (18 en 1990), casi 100 frigoríficos y más de 100 televisores por cada 100 hogares. De hecho, según Birman y Piasheva, tres cuartas partes de la población viven mejor que en tiempos del comunismo. Afirmación que escandalizará a los millones de rusos que sobreviven con pensiones o salarios de miseria.
Lo malo es que la distribución de ingresos es muy desigual y que una gran parte está por debajo del umbral de la pobreza. El informe señala que hay más de 100.000 millonarios (en dólares), pero también un 25% de la población sin ingresos suficientes para subsistir dignamente. El Comité Estatal de. Estadística lo sitúa en el 20,9%. El general Alexandr Lébed, candidato a suceder a Yeltsin, cree que sólo la "paciencia de asno" de los rusos evita una explosión social.
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