España es partidaria de agotar la vía de la diplomacia, pero avisa que el tiempo se acaba

El Gobierno español es partidario de agotar todas las vías diplomáticas para que Irak se someta a las resoluciones de las Naciones Unidas sobre la inspección internacional de sus arsenales de armas químicas y biológicas, pero advierte que "no se puede esperar indefinidamente". El ministro de Asuntos Exteriores, Abel Matutes, que recibió ayer a su homólogo ruso, Yevgueni Primakov, en gira por Europa, confirmó que éste se reunirá mañana en Madrid con la secretaria de Estado norteamericana, Madeleine Albrigth, para analizar la crisis de Irak.

La posibilidad de que Estados Unidos, con el apoyo del Reino Unido, dé una respuesta militar a la negativa de Sadam Husein a conceder plena libertad de inspección a la misión de la ONU será el tema central de la entrevista de Primakov con Albright. La hora del encuentro está todavía sin concretar, ya que la improvisada gira de la secretaria de Estado norteamericana se ha encontrado con diversos problemas logísticos y de agenda. En Madrid, por ejemplo, ha habido problemas para poder acomodar en hoteles a la comitiva de más de ochenta personas que acompaña a Albrigth, en unas fechas en las que se está celebrando la Feria Internacional de Turismo, la segunda más importante del mundo en el sector.Matutes, que ofreció ayer una conferencia de prensa, no quiso entrar en especulaciones sobre cuál será la actitud de España en caso de un ataque aliado contra Irak, aunque nadie duda que mantendrá su línea de plena colaboración con Estados Unidos. El Gobierno español autorizó hace tres meses a las fuerzas aéreas norteamericanas el uso de la base de Morón para reforzar el despliegue militar en el golfo Pérsico, durante la primera crisis generada por la decisión de Irak de expulsar a los inspectores de la ONU. La mediación de Rusia ante Sadam Husein evitó, en aquella ocasión, el conflicto y los inspectores de la ONU pudieron regresar a Irak.

Matutes elogió ayer el papel desempeñado entonces por Primakov y expresó su esperanza de que Rusia pueda volver a convencer a los dirigentes iraquíes de la necesidad de someterse a la investigación de las Naciones Unidas. En cualquier caso, el ministro español no dejó dudas sobre su opinión de que el Gobierno de Bagdad es el principal responsable de la escalada de tensión que se está viviendo en la zona: "Irak no está facilitando las labores de inspección a lo que está obligada por los acuerdos firmados, lo que crea un mayor peligro en la región".

El ministro español está preparando para los próximos meses una gira por Oriente Próximo, adelanto de la visita que realizará por la zona el presidente del Gobierno.

En su opinión, la dificultades de política interna que atraviesa el presidente norteamericano Bill Clinton por el caso Lewinsky no limitarán en absoluto su capacidad para dirigir la política exterior de su país. Matutes señaló además que esperaba que el presidente Clinton pudiera superar las dificultades a las que ahora se enfrenta. Fuentes diplomáticas españolas subrayaron la excelente acogida que el Congreso de EE UU dio a Clinton al pronunciar su esperado discurso sobre el estado de la Unión, y recordaron que uno de sus principales rivales políticos, el senador republicano Jesse Helms, apoya una política de línea dura frente a Irak.

El ministro español, que a última hora de la tarde acompañó a Primakov a la audiencia que le había concedido el rey Juan Carlos, destacó la importancia de la visita, la primera que realiza a España un ministro de Asuntos Exteriores ruso desde hace diez años. Primakov será hoy recibido por Aznar y mañana por el presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso de Diputados, Javier Rupérez.

Entre los temas de la agenda entre España y Rusia se encuentran la ampliación de la UE y de la OTAN, el papel de los países bálticos y la preparación de la visita que realizará a Madrid en abril el primer ministro ruso, Víktor Chernomirdin.

La estancia de Primakov servirá también para avanzar en la negociación para evitar la doble imposición y la protección recíproca de inversiones.