La oposición exige al Gobierno que destituya a Cardenal por su talante autoritario

Los intentos del fiscal general del Estado, Jesús Cardenal, para silenciar las críticas de las asociaciones de fiscales a la ministra de Justicia, al Gobierno y a él mismo llevaron ayer a la oposición a pedir su destitución. Los socialistas, que vieron en la actitud de Cardenal un símbolo del "talante autoritario del Gobierno", reclamaron el apoyo de los socios del Ejecutivo -CiU, PNV y CC-. El Partido Nacionalista Vasco salió, en cambio, en defensa del Gobierno y de Cardenal, de quien Iñaki Anasagasti, portavoz del PNV en el Congreso, llegó a decir que "es incapaz de amenazar ni a una mosca".

El portavoz de Justicia e Interior del PSOE, Juan Alberto Belloch, declaró en el Congreso que si el presidente del Gobierno, José María Aznar, tuviera sentido de la responsabilidad debería cesar a Jesús Cardenal. Según Belloch, "intentar limitar la libertad de expresión de los fiscales en el seno de sus asociaciones no sólo es contrario a la legalidad sino que es anticonstitucional".Este portavoz socialista comentó que el Gobierno ha intentado disponer de un fiscal "tan controlado, tan absolutamente instrumentalizado que al final son más los problemas que causa" al Ejecutivo que los que resuelve.

Tanto el secretario de Organización del PSOE, Ciprià Ciscar, como el portavoz socialista en el Congreso, Juan Manuel Eguiagaray, afirmaron que los intentos de Cardenal para impedir las críticas a la ministra de Justicia o al Gobierno son "la expresión más acabada del talante autoritario" del Gobierno de Aznar. Belloch y Eguiagaray pidieron a CiU y PNV que se pronuncien claramente sobre la actuación de Cardenal.

Los nacionalistas vascos salieron en defensa de Cardenal. El portavoz del PNV en el Congreso, Iñaki Anasagasti, declaró a Europa Press: "No le veo yo al fiscal general amenazando a nadie, porque no es su estilo, y si alguien me pone en un platillo la opinión de Zato y la de Cardenal me quedo con la de Cardenal, porque es un hombre tan absolutamente moderado que cualquiera que le conozca sabe que es incapaz de amenazar ni a una mosca". Anasagasti aconsejó a los portavoces de los fiscales que dejen de actuar "desde el escándalo público".

Por su parte CiU, por boca del líder de Unió Democrática de Catalunya, Josep Antoni Duran Lleida, criticó la reacción de los, socialistas ante la polémica, aunque pidió a Cardenal que "sea capaz de convencer a la opinión pública de que no es cierta la acusación de las asociaciones de fiscales".

Tanto el PSOE como Nueva Izquierda (NI) pidieron ayer que comparezca en el Congreso la ministra de Justicia, Margarita Mariscal de Gante, para que responda de la ofensiva de Cardenal contra las asociaciones fiscales.

El portavoz de IU en asuntos de Justicia, Pablo Castellano, pidió la destitución de Cardenal, por "carecer de la habilidad más elemental para dirigir la fiscalía" y por tratar de cercenar la libertad de expresión. NI e Iniciativa per Catalunya-Els Verds fueron más lejos e indicaron que "debería empezar a pensarse" en el cese de la ministra de Justicia si no toma medidas. La portavoz de Eusko Alkartasuna en el Senado, Inmaculada Boneta, presentó ayer una interpelación al Gobierno sobre qué medidas va a adoptar con Cardenal.