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El azote del racismo

No es un secreto que los alemanes del Este están decepcionados, y con razón. El Gobierno de Kohl no hizo lo suficiente para mantener las empresas existentes en la antigua Alemania comunista. ( ... )Los alemanes del Este se vieron arrastrados a una sociedad donde el poder de lo material es todavía más importante que en otras sociedades de Occidente. ( ... ) Su acogida de ideas como unidad europea, pureza ecológica y concordia racial, que dan el contrapunto al hincapié económico del Oeste, ha sido bastante limitada. (...) Un desagradable entendimiento entre la extrema derecha de las dos Alemanias ha permitido que grupos racistas viajaran al Este para avivar problemas y que el Partido Republikaner y otros grupos derechistas alemanes cobraran ánimos con los refuerzos del Este. ( ... ) Peor que el neonazismo propiamente dicho y la sucesión de incidentes neonazis en el Oeste es el hecho de que los alemanes occidentales, que conscientemente no abrazan ideas racistas o ultraderechistas, sí están dispuestos a soliviantarse al hablar de inmigrantes y extranjeros, como muestran los últimos acontecimientos de los kurdos.

Lo que ocurre en las dos mitades de Alemania en este año electoral es que la agenda política fundamental se está viendo afectada por ideas racistas y extremistas. Un Gobierno que se ve como cabeza de Europa tiene sin duda el deber de frenar el crecimiento de estas actitudes.

22 de enero

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