Argelia
Quisiera expresar dos puntos de desacuerdo con declaraciones de Manuel Marín en su entrevista del pasado domingo 18 de enero.
a) Democracia variable. "Argelia ha hecho esfuerzos democráticos. ( ... ) Han tenido imperfecciones (sic), pero globalmente las elecciones han respondido a criterios de fiabilidad internacionales". En 1991-1992, cuando el FIS ganó las elecciones, nadie hablaba de fraude o de imperfecciones. Fueron elecciones más democráticas que las últimas, pero a la comunidad internacional no le gustaba el resultado. Entonces olvidaron toda idea de democracia, pararon el proceso y reconocieron un golpe de Estado. Esa manera de jugar con nuestros principios de democracia, justicia y solidaridad es una mentira, una hipocresía, y eso demuestra su exigencia en materia de democracia. En otras palabras, lo que Marín hace es justificar una dictadura porque tiene miedo de que sea peor sin ella. Se puede comprender, pero debe hablar de realpolitik, y no de democracia o de justicia.
b) Cuidado con las convicciones. "Tengo la convicción de que el régimen no tiene ninguna convivencia con las matanzas". Sólo quiero preguntar a partir de qué punto el lenguaje diplomático y la hipocresía se transforman en una ciega candidez y cuándo se puede hablar de complicidad. ¿No sería más correcto decir: "Tengo la obligación de creer y de decir que el régimen con el que hacemos negocios no tiene ninguna connivencia con las matanzas"?-
