El Reína Sofía reúne los dibujos de Gárgallo

El Museo Nacional Reina Sofía, de Madrid (Santa Isabel, 52), presentó ayer la exposición de dibujos del escultor Pablo Gargallo (Maella, Zaragoza, 1881-París, 1932), con un total de 66 piezas, junto al catálogo razonado de la obra sobre papel que realiza desde 1896. Es la primera vez que se reúnen los dibujos de Gargallo, dispersos entre familiares y coleccionistas, con escasa presencia de los relacionados con las esculturas, ya que el artista los destruía. La muestra, una producción del Reina Sofía y el Ayuntamiento de Zaragoza, pasará al Museo Gargallo en abril.

La sala rotativa del Reina Sofía, situada en la segunda planta del museo, está dedicada a revisar artistas o aspectos concretos de los autores que forman la colección permanente. Un autorretrato de 1926 indica la sala donde se han montado los dibujos, mientras que en el otro extremo del pasillo aparece la escultura El profeta, una del conjunto de 15 esculturas que se exponen en el recorrido de la colección.El director del Reina Sofía, José Guirao, dijo en la presentación de la muestra que Gargallo es "un escultor fundamental en la colección del museo y en la renovación escultórica del siglo XX". Destacó que sus dibujos apenas son conocidos, ya que los que realizaba como bocetos de las esculturas los solía destruir. Los expuestos en Madrid proceden del Museo Gargallo, de Zaragoza -donde se expondrán del 28 de abril al 12 de junio-, de coleccionistas y de familiares, en especial de su hija, Pierrette, quien ha permitido la investigación en sus archivos.

El concejal de Cultura y Educación del Ayuntamiento de Zaragoza, Juan Bolea, calificó de "bellísima" la selección y concepción de la muestra de uno de los "aragoneses geniales, como Goya o Buñuel. Sobre el Museo Gargallo, inaugurado en 1984, dijo que era una visita obligada para entender las señas de identidad del artista.

"Dibujaba para jugar", declaró, Pierrette Gargallo al comentar las obras expuestas. "Mi padre no tenía fama de dibujante y no presumía de dibujar. Dibujaba para jugar, para placer de la línea, de la mano, y descansar de la creación". Considera que es un "atrevimiento" reunir los dibujos en una exposición.

Mujeres tumbadas

La comisaria de la muestra, María José Salazar, opina que es "una obra espléndida y de gran calidad". En esta primera reunión de los dibujos ha elegido un montaje temático, al agrupar los autorretratos, los retratos de los amigos y familiares y los desnudos de las mujeres tumbadas. Varias de las piezas han pasado por el taller de, restauración de papel.En el catálogo razonado, de María José Salazar y Rafael Ordóñez Fernández, aparecen aspectos singulares de la producción artística de Gargallo, como el boceto para El profeta realizado 30 años antes de convertirse en una de sus esculturas más conocidas. También se rastrean dibujos preparatorios de esculturas, como el desnudo tumbado de 1903 y la escultura Pequeña faunesa tumbada, de 1906; el retrato de Magali, en tinta y en chapa de latón; la aguadora, a lápiz y en bronce, o las relaciones de autorretratos, del arlequín con flauta o la bailarina.

El montaje comienza con dibujos al carbón, de corte académico, con parecidos modelos a los utilizados por Picasso. En el catálogo se pueden apreciar los dibujos que realiza en los reversos de los papeles, "por la falta de medios económicos", según María José Salazar. Es el caso de El niño del cordero, hacia 1896, que al dorso figura el apunte. Dos desnudos de mujer, o en los personajes hablando, que al dorso contiene una pareja de espaldas. Junto con autorretratos del artista se han colocado retratos de Ceferino Pallás y Alfredo Viñas.

María José Salazar distingue varias etapas creativas de Gargallo, que desarrolla entre Barcelona y París. Los primeros dibujos pertenecen a la formación, con apuntes rápidos a lápiz o al carbón. Con el comienzo del siglo se inicia una obra más personal y expresiva, con el conocimiento de las vanguardias artísticas y el interés por Toulouse Lautrec y la música.

El recorrido de la exposición identifica también su estancia en París en 1903, en contacto con la vanguardia artística y la escultura de Rodin. En esos meses realiza la serie de bocetos sobre el Juicio final. De nuevo en Barcelona, la etapa entre 1904 y 1924 pertenece a su primera obra metálica y- su entrada en la escultura, con sus aportaciones en "la creación de la forma mediante la incidencia de la luz sobre el volumen y la preeminencia del hueco frente a la masa".

Su última etapa, en París, aumenta sus trabajos sobre papel, con una búsqueda especial por el movimiento -en el montaje figuran bailarinas y arlequines- En los dos últimos años de su vida trabaja el pastel y el carbón, como se aprecia en las piezas de bañistas, segadoras y los apuntes para Eco.

"Gargallo, como otros grandes artistas, además de utilizar el dibujo como elemento de ayuda para sus esculturas, lo utiliza como- medio de expresión propio. Su importancia como escultor ha hecho que esta faceta artística haya permanecido siempre relegada, a un segundo plano", opina María José Salazar. "El conjunto reunido en el Museo Reina Sofía es importante por el número de obras y porque abarca todos los periodos creativos, contemplando tanto creaciones con entidad propia como bocetos o estudios preparatorios para trabajos escultóricos".