La 'troika' europea llega hoy a Argel a pesar de las cortapisas del régimen
La delegación de la troika europea -compuesta por los secretarios de Estado de Exteriores del Reino Unido, Derek Fatchett; de Luxemburgo, Georges Wohlfar, y de Austria, Benita Ferrero-Waldner- comienza hoy su misión en Argel, a pesar de las numerosas cortapisas del régimen del presidente Liamín Zerual, que ha fijado estrechos límites a sus movimientos en el país magrebí. Esta, visita, sin embargo, sienta un precedente extremadamente importante en las relaciones entre Argelia y la comunidad internacional.Es la primera vez que Argelia recibe a una comisión que pretende informarse sobre la situación dentro del país e iniciar "un proceso de diálogo", según los términos expresados por la representante austríaca. Aunque el programa de la visita aún no se ha hecho público, se espera que, además de las entrevistas que la troika mantendrá con el ministro de Exteriores, Ahmed Attaf, y con otros miembros del Gobierno de Argel, entre también en contacto con la oposición parlamentaria y con los directores de los principales periódicos de la capital. Tampoco se excluye que la delegación europea pida poder visitar el pueblo de Sidi Hamed, escenario de la última gran matanza terrorista, que se cobró más de 400 vidas, según la prensa argelina, tal y como ya lo han hecho los embajadores británico y norteamericano, Francis Gordon y Cameron Hume, respectivamente, siguiendo instrucciones de sus gobiernos.
Argel insiste en la tesis oficial de que el país no está viviendo una crisis política, sino que sufre ataques terroristas, y que, por lo tanto, la visita de la troika responde al "diálogo político normal con la Unión Europea". Los responsables comunitarios, aunque prudentes, quieren mantener el objetivo de la visita para "explorar cómo puede ayudar Europa a combatir eficazmente el terrorismo", según el ministro de Exteriores británico, Robin cook.
Mientras tanto, la población argelina, duramente sometida a los ataques de bandas armadas, que gozan de aparente impunidad y se mueven a sus anchas por el país, ha pagado ya con más de 1.200 vidas el suplicio de las matanzas del Ramadán. Pero la prensa de la capital argelina comienza ya a dar cuenta de los primeros actos de resistencia popular contra el terrorismo. En las cercanías de Buira, al sureste de Argel, los llamados grupos de autodefensa (civiles armados por el Estado) rechazaron el pasado jueves varios ataques de comandos terroristas, según informaba ayer el diario Liberté.
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