Bill Clinton obligado a declarar durante seis horas en presencia de Paula Jones
Lo ocurrido ayer en Washington no tiene precedentes en la historia de Estados Unidos y quizá en la de ningún otro país. Bill Clinton, un jefe de Estado en ejercicio, tuvo que responder bajo juramento durante seis horas las preguntas de los abogados de su acusadora, Paula Jones. El interrogatorio versó no sólo sobre el presunto incidente de acoso sexual que denuncia Jones, sinc también sobre la vida sexual del presidente. Su humillación se agravó por la presencia en la sala de Jones. Clinton, obligado por la juez Susan Webber-Wright a convertirse en el primer presidente que presta declaración como acusado, quiso evitar que Jones, que tenía derecho a asistir personalmente a la diligencia, pisara la Casa Blanca.
Clinton decidió por ese motivo declarar en el despacho en Washington de su abogado, Robert Bennett. El presidente norteamericano recorrió las dos manzanas que lo separan de la Casa Blanca en una caravana automovilística y entró en el edificio por el garaje subterráneo.Una vez en el despacho, Clinton juró decir "la verdad y nada más que la verdad" y respondió a las preguntas de los abogados de la acusación. Su testimonio fue grabado envídeo. La juez, de Little Rock, donde se instruye el caso, arbitró la diligencia.
Paula Jones llegó el pasado viernes por la noche al aeropuerto National de Washington como una estrella cinematográfica. Procedía de Los Ángeles, donde vive ahora, y estaba acompañada por su esposo y por su portavoz y relaciones públicas, Susan Carpenter-McMillan.
Jones pasó la noche en un hotel de la capital y ayer entró a pie en el despacho del abogado de Clinton, en medio de un enjambre de periodistas y curiosos. Sonreía y decía estar "feliz". Le acompañaban los ocho miembros de su equipo de abogados, que, como todos sus gastos, son pagados por una organización religiosa conservadora.
Las preguntas y las respuestas son secreto del sumario y la juez ha amenazado con encarcelar a quien las revele. Tan sólo se sabe que los abogados de Jones interrogaron a Clinton sobre el presunto incidente que origina el caso y sobre otros aspectos de su vida sexual, incluida su relación con Gennifer Flowers.
Desde que presentara la denuncia en 1994, Paula Jones afirma que, el 8 de mayo de 1991, Clinton, entonces gobernador de Arkansas, la invitó a subir a su habitación de un hotel de Little Rock, se bajó los pantalones y le pidió que le hiciera una felación. Añade que puede identificar una caractérística particular de los órganos sexuales de Clinton: la dirección lateral que toman sus erecciones.
Clinton, según adelantó ayer The Washington Post citando fuentes de su defensa, no rechaza la posibilidad de que uno de los policías de Arkansas llevara a Jones en el día de autos a su habitación, pero dijo no recordar haberse visto con ella y negó la acusación de haberla acosado sexualmente.
Si los abogados de las partes no son capaces de llegar a ningún acuerdo privado, la vista oral del juicio comenzará el próximo 27 de mayo y Bill Clinton se convertirá también en el primer presidente de Estados Unidos que se sienta en el banquillo de los acusados.
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