Opiniones, y datos incontrovertibles

Jorge Manrique García se manifiesta en contra del contenido de mi artículo Los muertos de Franco, publicado en EL PAÍS, tanto en lo que respecta al cómputo de los ejecutados después de la victoria de Franco como de los franceses colaboracionistas con los nazis tras la victoria de De Gaulle. Opiniones parecidas se han publicado en una revista de extrema derecha cuyo director es Jaime Capmany.Sobre el particular me limito a replicar lo siguiente:

1. Los cómputos que yo hice se refieren a cifras homogéneas: los de los juzgados, una vez conclui-

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das las operaciones bélicas. Si partiéramos de las ejecuciones irregulares en retaguardia las cifras serían más discutibles, pero la comparación entre la Francia de De Gaulle y la España de Franco, según los datos comúnmente admitidos, resultarían todavía peores para la última. No resulta tan extraño: es la diferencia que media entre una democracia y una dictadura.

2. En historia hay opiniones, pero también datos incontrovertibles elaborados por historiadores científicos. El lector -como esa revista de extrema derecha- cita a autores de hace mucho tiempo que no son profesionales de la historia (y uno de ellos fue colaborador de Pétain). Los datos contenidos en un libro mío de hace doce años eran los únicos existentes entonces y están superados por los que ofrecí en el artículo de EL PAÍS. Los he tomado, entre muchos otros textos, de los siguientes, que recomiendo: Henry Rousso, "L'épuration en France. Une histoire inachevée", en Vingtième Siecle, número 33, I-III, pp 78-105; Josep Maria Solé i Sabaté, Las represiones en La guerra civil, Madrid, Temas de Hoy, 1996, de Stanley Payne y Javier Tusell Editores. Ambos son autores conocidos y recientes que han realizado investigación monográfica solvente, apreciada, como tal, por todos los especialistas. En historia hay opiniones que se quitan leyendo a quienes, de acuerdo con criterios objetivos, se debe.-