La última apuesta de Ardanza

Cuando la Mesa de Ajuria Enea se reúna el próximo viernes, en lo que será su encuentro número 33, los partidos sabrán que no están afrontando una reunión de trámite más. No lo quiere así Ardanza. En los últimos meses de su mandato, el lehendakari está decidido a dar un tirón con su prestigio como líder de la Mesa, en un intento de empalmar con lo que analiza como una petición de la sociedad.Ardanza no quiere más dilaciones en el compromiso de abrir una segunda fase en la vida del Pacto: la que debe trabajar sobre sus puntos 8, 9 y 10. En ellos se aborda la posibilidad de un cambio en el marco jurídico apoyado en la voluntad popular, la reinserción y el final dialogado. Justo aquellos en los que se producen los enfrentamientos y los atascos.

En el convencimiento de que la sociedad vasca, además de acudir a las manifestaciones que la Mesa convoca, desea que ésta haga algo más, Ardanza quiere terminar con el absurdo de que los partidos eludan, reunión tras reunión, los temas de desacuerdo, para evitar que afloren unas fisuras que, por otra parte, todo el mundo conoce.

Por el contrario, está decidido a que el próximo viernes se prepare el camino para hablar, precisamente, de esos temas. Las reuniones de los miembros del tripartito PNV, PSE y EA, en esta recta final hacia el próximo encuentro, buscan presentar mínimamente consensuados algunos de estos aspectos, en el convencimiento de que, por muy de mínimos que sea el avance, emplazará al PP a moverse de donde está.

La apuesta por esta reunión, cuyo primer tono lo dará el mensaje de aniversario que Ardanza hará público hoy, es tan fuerte como para que haya voces que afirman que dejar las cosas como están haría casi innecesario y hasta inconveniente cualquier encuentro posterior.