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Una española describe por primera vez la estructura de la tubulina

Evangelina Nogales es portada de la revista científica "Nature"

, La estructura molecular de la tubulina, uno de los mayores retos científicos en biología de los últimos 30 años, ha sido por fin resuelto. Tras cinco años de arduos trabajos y gracias al uso de técnicas innovadoras, la biofísica española Evangelina Nogales ha conseguido reproducir la estructura en tres dimensiones de la tubulina, una proteína que juega un papel esencial en el proceso de división celular y en el transporte de materias por el interior de las células.

El hallazgo, al que en medios científicos se atribuye una gran trascendencia por sus posibles implicaciones en el desarrollo de nuevos fármacos contra el cáncer, ha merecido la portada del último número de la revista Nature. La portada de la prestigiosa revista científica reproduce la imagen de esta proteína, presente en todas las células vivas a excepción de las bacterias. Nogales estuvo recientemente en Barcelona para participar en un seminario organizado por el Instituto de Física de Altas Energías de la Universidad Autónoma de Barcelona.El trabajo de Nogales, investigadora del Lawrence Berkeley National Laboratory, de California, supone el punto y final al trabajo de cientos de investigadores de todo el mundo que, desde hace 30 años, perseguían el sueño de describir la estructura atómica de una proteína de la que se conocía ya su comportamiento bioquímico pero de la que se ignoraba su modo de acción. Para ello, Nogales ha utilizado una tecnología novedosa y poco frecuente en biología estructural, la cristalografía de electrones. Con ella ha conseguido "ver" la estructura tridimensional de esta proteína que, además de su papel en el proceso de división celular, interviene en el transporte de sustancias en el interior de las células y en la formación del citoesqueleto.

El hallazgo científico, admitió la investigadora a este diario, ha generado grandes expectativas. La determinación de la estructura atómica de la tubulina permite "visualizar" su forma y establecer de manera precisa como interacciona con determinados compuestos. Entre ellos, algunos fármacos anticancerígenos que, como el taxol, se utilizan con relativo éxito en tumores de ovario y mama. El taxol se fija a la tubulina interfiriendo en su función. La interferencia logra frenar el proceso de división celular, con lo que el tumor deja de proliferar. "Sabiendo la estructura atómica de la tubulina", explica Nogales, "podemos ver dónde y cómo interacciona con el taxol". De este modo, indica, se puede mejorar su mecanismo de acción haciéndolo mucho más específico y evitando algunos de sus efectos secundarios. El principio podría aplicarse también a la mejora de otros fármacos que interaccionen con esta proteína o incluso en el diseño de nuevas drogas anticancerosas.

La tubulina interviene en el proceso de formación de los microtúbulos, unos orgánulos celulares a través de los cuales se transportan determinadas sustancias por el interior de las células y de los que depende la formación del huso mitótico, el elemento encargado de dirigir el proceso de división celulgar. Cuando se altera su función, los microtúbulos. dejan de formarse o se rompen, con lo que se interrumpe la proliferación celular, base del crecimiento de todos los tumores. Hasta la fecha, se conocía de su existencia en todas las células del organismo, aunque con pequeñas variaciones estructurales. Una de ellas, especialmente importante, se da en las neuronas. Los microtúbulos de estas células son muy largos y a través de ellos circulan las llamadas proteínas motoras del sistema nervioso, como la kinesina o la dineína. El conocimiento de la estructura atómica de la tubulina puede ayudar a explicar mejor el transporte de estas sustancias y cómo su alteración interviene en el desarrollo de determinadas enfermedades. Nogales, de 32 años, ha recibido ofertas para incorporarse como profesora de investigación en la Universidad de Harvard (EE UU), que ha rechazado aduciendo motivos personales. En el fondo de su negativa subyace también su deseo por volver a España. Desde que se licenciara en Física por la Universidad Autónoma de Madrid, esta brillante investigadora nacida en Colmenar Viejo (Madrid) ha desarrollado su carrera en el Reino Unido y en EE UU, donde se ha centrado en la tubulina, un reto "innovador, difícil y científicamente relevante".

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