Dos heridos leves al estallar en un buzón una carta-bomba enviada a un cabo primero
Una mujer y un niño sufrieron ayer heridas de carácter leve al estallar una carta-bomba depositada en el buzón de la correspondencia de un cabo primero del Ejército, en el portal de un inmueble de 72 viviendas ubicado en una torre de doce pisos de altura de la calle de Iturritxu, en Vitoria. El artefacto hizo explosión de manera espontánea, alrededor de la una de la tarde. Una vecina salía a la calle junto a un niño y se percató de que salía humo del buzón. Mientras la mujer avisaba al titular del casillero a través del portero automático, se produjo la explosión, y la mujer y el pequeño fueron alcanzados por los cristales de las puertas del inmueble.
La carta bomba iba dirigida contra Miguel Ángel C., un cabo primero profesional del Ejército, de 25 años de edad, que durante el año pasado realizó labores de escolta del comandante militar de Álava, Javier García, según indicó el Ministerio del Interior. El cabo había recibido varias amenazas por realizar este trabajo, por lo que el Ejército optó por encomendarle otro tipo de servicios fuera de Vitoria.La deflagración tuvo lugar a la una del mediodía y comnocionó a los vecinos que se hallaban dentro del inmueble y a todo el vecindario por su, enorme potencia, de acuerdo con el relato de los hechos de testigos presenciales. La administradora del edificio, en el que residen los padres del cabo, creyó en un principio que había explotado un camión cisterna, pero al ver que el edificio se inundaba de humo se dio cuenta de que había sido en el portal o en algún piso. "Vi como subía una columna de humo negro y me asusté mucho. Poco después la Ertzaintza avisó a las 72 familias para que desalojaran el edificio". Los vecinos, que no pudieron regresar a sus casas hasta las tres de la tarde, dejaban traslucir una mezcla de sorpresa y temor por lo ocurrido. "Da igual contra quien hayan dirigido la carta-bomba. No se puede hacer una cosa así. Hoy le mandan una bomba a uno y mañana le toca a otro. Tal y como se ha producido la explosión cualquier persona podía haber muerto", decía un hombre, vecino del edificio de viviendas, enrabietado por lo ocurrido.
La mujer fue evacuada al Hospital Santiago de Vitoria por una ambulancia de la DYA, mientras que el niño fue trasladado por un particular. La Ertzaintza se ocupó del cabo contra el que iba dirigida la carta bomba, al que sacó del inmueble cubierto con un pasamontañas y trasladó al hospital al sufrir una crisis nerviosa.
El efecto de la deflagración provocó la rotura de los cristales de las puertas de entrada del edificio y notables desperfectos en la estructura interior. Los bomberos permanecieron durante varias horas realizando trabajos de desescombro y asegurándose de que las vigas maestras del edificio no habían resultado dañadas.
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