Prodi califica a los inmigrantes kurdos de refugiados políticos
, El conflicto diplomático y político provocado por el reciente desembarco en las costas italianas de más de 1.200 inmigrantes kurdos clandestinos no amaina. Tras las críticas del Gobierno alemán a la "blandura" italiana, Roma ha respondido asegurando a Bonn su voluntad de cumplir escrupulosamente con el acuerdo de Schengen y de estudiar individualmente cada petición de asilo político presentada por los inmigrantes. No obstante, y en una entrevista a la revista Familia Cristiana, el primer ministro italiano, Romano Prodi, reconoce que los inmigrantes kurdos son "refugiados políticos" porque huyen de la violencia y la represión.
Portavoces de los distintos partidos y movimientos de liberación kurdos en Turquía e Irak hicieron ayer un nuevo llamamiento a las naciones europeas para 'que fuercen a Ankara a encontrar una salida al problema de esta minoría. La responsable para Europa del Frente de Liberación Nacional del Kurdistán, Seinsi Kilic, pidió ayer en Roma al Gobierno italiano que acoja como refugiados a los miles de kurdos que han llegado a las costas del país "huyendo de una verdadera y cruenta guerra". Kilic acusó al regimen de Ankara de estimular el éxodo de kurdos, como instrumento de una sutil limpieza étnica.A tenor de las declaraciones concedidas a la revista Familia Cristiana, Prodi está plenamente 0e acuerdo con esta definición, si bien el primer ministro italiano aseguró al canciller alemán Helmut Kohl el día de Reyes que el asilo político se otorgará caso por caso tras un análisis minucioso de cada propuesta. Prodi reiteró ayer desde India, donde se encuentra de visita oficial, que un problema como el planteado por los clandestinos kurdos es de carácter internacional y debe ser resuelto conjuntamente. En realidad, de los más de 1.200 inmigrantes kurdos que han llegado a Italia clandestinamente desde el 27 de diciembre pasado, pocos más de 300 han reclamado el estatuto de refugiados políticos.
El Gobierno turco, por su parte, niega que pueda hablarse de éxodo de kurdos y considera a los emigrantes clandestinos como simples cindadanos tentados por el alto nivel de vida de los países occidentales. El régimen de Ankara no se cansa de repetir que el grueso de la población kurda reside en Estambul y no en el Kurdistán.
La Unión Europea trató ayer de quitar hierro a la cuestión señalando que aunque no conviene "rninirnizar" el problema, tampoco hay que "exagerarlo". "Unos centenares de refugiados kurdos, podrían entrar próximamete en la UE, eso sería una cifra aproximada" declaró ayer un portavoz de Jacques Santer.
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