Italia a pide ayuda a la UE para frenar la oleada de inmigrantes

Italia se siente impotente ante las oleadas de refugiados kurdos y albaneses que llegan, a sus costas y ha pedido ayuda a varios países europeos para contener la avalancha. El detonante de la crisis han sido los 1.200 kurdos llegados en los últimos días y en penosas circunstancias a las costas italianas, la mayoría de los cuales ha pedido asilo político. Turquía y Bonn critican a Roma por su política de brazos abiertos. El Gobierno alemán ha llegado a amenazar con tomar medidas si el italiano no endurece sus controles.

Para Italia, que ya ha empezado a expulsar a miles de los albaneses llegados meses atrás, la nueva oleada de kurdos es fruto de la política represiva de Turquía, una consideración que ha irritado a Ankara, que la atribuye a mafias organizadas que trafican con seres humanos. En consecuencia, el Gobierno italiano se siente moralmente obligado a darles asilo, lo que ha enfurecido a Alemania, pues muchos de los llegados emplean Italia como puerta de entrada a otros países europeos. El Gobierno de Prodi no desea enfrentarse con Turquía ni a su poderoso vecino alemán, cuyo ministro del Interior, Manfred Kanther, ha exigido a Roma que impermeabilice sus fronteras, intercepte a los kurdos y, sobre todo, les impida viajar a Alemania. En caso ontrario,Bonn, que ya recibió en los años pasados miles de refugiados kurdos, adoptará medidas no especificadas. Italia, que ha movilizado a su Armada para hacer frente a la amenaza de un éxodo de 10.000 kurdos del que ha hablado un grupo nacionalista kurdo, ha convocado para el jueves a responsables policiales de Alemania, Francia, Grecia y Holanda para coordinar políticas de control del éxodo. A la reunión ha sido invitada Turquía, país en el que ayer fueron detenidas otras 500 personas que esperaban en Estambul embarcarse rumbo a Italia.