Detenidos otros seis sospechosos de la matanza de Chiapas

Las autoridades mexicanas anunciaron el pasado miércoles la detención de otros seis sospechosos de haber participado en distinto grado en la matanza de 45 campesinos indios refugiados en Chiapas el pasado 22 de diciembre. Con los últimos detenidos se eleva a 46 el número de personas capturadas tras la acción criminal que ha vuelto a recordar la grave situación que vive una de las regiones más pobres de México.La oficina del Fiscal General de México, encargado de la investigación oficial, anunció el pasado miércoles en una conferencia de prensa que los seis detenidos estaban acusados de homicidio, posesión ilegal de armas y asociación criminal.

El último día del año y las primeras horas de 1997 transcurrieron en Chiapas entre la incertidumbre ante la posibilidad de enfrentamientos entre la guerrilla zapatista -que recordó el cuarto aniversario de su aparición en la escena política- y tropas del Ejército mexicano, que patrullaron varios municipios y que también se mantuvieron en estado de alerta máxima.

El pasado 22 de diciembre, en la localidad de Acteal, en el municipio de San Pedro Chenalhó, paramilitares y miembros del gubernamental Partido Revolucionario Institucional (PRI) y del Partido Frente Cardenista (PFC), asesinaron a 45. indígenas tzotziles, en una operación que recrudeció el clima de violencia e incertidumbre en Chiapas.

Declaración de Marcos

El mismo miércoles, el líder del movimiento zapatista, el subcomandante Marcos, afirmó que el camino para la paz corre a través del cumplimiento de los acuerdos de San Andrés Larráinzar, que establecían el fin de la militarización y paramilitarización. Añadió que sólo al Final de un "extenso y visceral" texto cuajado de amenazas veladas y descaradas, el Gobierno "declara sólo de palabra su disposición al diálogo", mientras que el EZLN no hace declaraciones, sino que lo demuestra con los hechos desde el comienzo de las negociaciones, en febrero de 1995.Tras la reciente matanza de indígenas, el ministro del Interior, Emilio Chuayffiet, sostuvo que el EZLN era un movimiento oportunista y que actuaba con irracionalidad al exigir el cumplimiento de todas sus demandas y al negarse a discutir planteamientos jurídicos del Gobierno. Marcos aseguró que la secretaría de Interior sabe que, si sobrevive impune a la matanza de Acteal, el Gobierno podrá dar el siguiente paso sin que le preocupen las presiones nacionales e internacionales. "El siguiente paso lo saben ya, y se preparan para ello, los soldados federales que están en la Selva Lacandona: atacar a los zapatistas", aseguró Marcos.

Marcos señaló que "los soldados esperan la orden para el ataque, los cuarteles aumentan sus efectivos, pululan los retenes militares, cuestión de días dicen los más cautos.... de horas, dicen los más ansiosos'',