El 'caso Versace' se cierra con un informe que desvela intimidades del diseñador
La policía de Miami no acierta a descubrir el móvil del crimen
Cinco meses y medio después del asesinato del diseñador de moda Glanni Versace en Miami, la policía local cerró su investigación con la conclusión de que el asesino, Andrew Cunanan, actuó solo. Cunanan, de 27 años, sospechoso de otros cuatro homicidios, se suicidó con la misma pistola con la que disparó a Versace. El informe tiene unas 700 páginas y revela datos sobre la vida sexual del modista -que, junto a su novio, Antonio D'Amico, solía contratar los sevicios de prostitutos-, aunque no descubre el móvil del homicidio.
La policía de Miami Beach presentó el martes un exhaustivo informe sobre el asesinato del modista italiano, el 15 de julio de 1997. La investigación ha dado como resultado un abultado expediente de tres volúmenes en el que se aportan datos sobre la vida sexual de Versace y de la de su asesino, Andrew Cunanan.Según el informe, al menos dos testigos declararon a la policía que, Versace y su compañero sentimental, Antonio D'Amico, solían contratar a prostitutos. Estos eran llevados a la mansión de Versace en el exclusivo vecindario de South Beach y se les hacía entrar por la puerta trasera del palacio.
D'Amico declaró a la, policía que él nunca había visto a Versace y Cunanan juntos, y confirmó que él y el modista solían contratar los servicios de prostitutos. "D'Amico afirmó que sostenían esas relaciones con otros hombre por acuerdo mutuo, y que en otros sentidos eran fieles el uno al otro", se dice en el informe.
La policía tomó declaraciones a un chapero llamado Alex que afirmó haber ido a casa de Versace en numerosas, ocasiones entre 1990 y 1995 para mantener relaciones sexuales. "Alex dijo que tuvo relaciones sexuales. tanto con D'Amíco como con Versace, pero que tenía la impresión de que el montaje se hacía más por iniciativa de D'Amico que del diseñador", continúa el informe. En otra entrevista, un amigo de Andrew Cunanan, Steven Frederick Nauck, de Long Beach (California) , afirmó que el asesino solía fantasear con esclavizar a alguien y ''follárselo hasta matarlo".
Nauck, que se describió a sí mismo como "un hermano menor de Cunanan", dijo que el asesino no era una persona sensual -"era incapaz de un amor rornántico"-, y que se guardaba de mostrar afecto en público. Nau'ck lo describió como un hombje muy activo, con una gran memoria, "aparentemente fascinado con el régimen de Hitler".
La investigación concluye que no se ha encontrado ningún lazo que ligue a Versace con Cunanan. Sin embargo, aporta la declaración de un testigo, el abogado de San Francisco Eliot Gould, quien dice haber presenciado un encuentro entre Versace y Cunanan en 1990 o 1991. Según Gould, Versace se acercó a Cunanan y le dijo: "Te conozco de algo, ¿del Lago Como, tal vez?. Y Cunanan respondió: "Gracias por recordar un momento tan agradable".
Al inicio de la investigación se consideró la posibilidad de que el asesino hubiera sido contratado. Junto al cadáver del modista se encontró una paloma muerta, que podía ser la firma de una banda mafiosa, pero no se han encontrado pruebas que respalden esta hipótesis. También se ha confirmado que Cunanan ya se había suicidado en la casa flotante donde se había escondido antes de ser cercado por la policía.
Sin embargo, la principal incógnita de este asesinato ha quedado sin respuesta. La policía no ha podido establecer el móvil que condujo a Andrew Cunanan a disparar sobre Gianni Versace, a plena luz del día y en la via pública. Se consideró la posibilidad de que el asesino quisiera robar la cartera del modista o que quisiera "irse seguido de un halo de gloria" tras el asesinato de alguien tan famoso, ya que Cunanan era perseguido ya por la muerte de otras tres personas.
La única zona oscura en el informe es la posibilidad de que Cunanan fuera seropositivo y que eso lo hubiera llevado a actuar de esa forma desenfrenada. Pero el encargado de la investigación, el jefe de la policía de Miami Richard Barretto, dijo no estar autorizado a revelar ese dato confidencial del asesino. El diario Miami Herald publicó el pasado mes de agosto que Cunanan no tenía el virus del sida, pero Barretto se limitó a comentar: "No podría decir nada al respecto, así que dejaré esa pregunta sin contestar".
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.