La prensa británica apoya al 'Mirror' en su denuncia al hijo de un ministro

La prensa británica se volco ayer en favor de Dawn Alford, la periodista del tabloide The Mirror detenida el lunes, e inmediatamente puesta en libertad bajo fianza, por posesión de drogas. Alford ciertamente tuvo en su poder una pequeña cantidad de resina de hachís que presuntamente había adquirido del hijo de un ministro al que denunció públicamente en un extenso reportaje. La compra y posesión de chocolate, por valor de 10 libras (2.400 pesetas), fue necesaria, según la reportera, para exponer las actividades ilícitas del joven de 17 años cuyo padre es un miembro importante del Ejecutivo laborista.

En su reportaje, publicado el 24 de diciembre, Alford cuenta cómo engañó al joven en cuestión, encaminando la conversación hacia el tema de drogas y fiestas, hasta que consiguió la prueba que necesitaba en su investigación. La ley británica prohibe publicar el nombre de los menores de edad y Alford se reservó la identidad del joven que presuntamente le vendió 2.400 pesetas de hachís en la puerta de un pub londinense. The Mirror, por su parte, advirtió al ministro que su hijo era un camello y, la misma jornada que la información salió a la calle, padre e hijo se presentaron en comisaría. El chaval fue detenido y está actualmente en libertad bajo fianza.El presidente de la Coimisión de Quejas relacionadas con la Prensa (PCC), Lord Wakernan, recordó la obligación de mantener en secreto la identidad del detenido. "El código es muy claro. Cuando se publica material sobre la vida privada de un niño, debe haber otra justificación que la mera fama, notoriedad o posición de sus padres o guardianes", advirtió. La prensa británica acaba de dotarse de un nuevo código de conducta muy riguroso en cuanto a la protección de la intimidad de las personas, que entrará en vigor en enero. Sin embargó, la justificación en este caso, como coinciden en señalar la mayoría de los rotativos británicos, se basa en el hecho de que sin una prueba irrebatible -la compra y posesión de droga- es a menudo imposible denunciar públicamente actividades ilícitas.

"Aunque tenemos dudas sobre la ética de la historia original, pensamos que es un camino muy peligroso a seguir", señaló The Guardian en su editorial de ayer en referencia la detención de Alford. "Se puede sentar un precedente que inhibirá en gran medida al, periodismo serio deservir al interés público", añadía el editorial.

"Es una decisión indignante y enfocada a distraer la atención desde las actividades criminales del hijo de un ministro hacia los métodos totalmente justificables que utilizó un periódico para descubrirlas", denunció, por su parte, Piers Morgan, director del Mirror.

Para The Independent, un diario que mantiene una larga campaña en favor de la legalización de drogas blandas, la detención de Alford es la vía adoptada por la policía para lavarse las manos" de tan delicado caso.

Por su parte, el tabloide, The Sun, que vende cuatro millones de ejemplares diarios, reclamaba ayer que se pusiera fin de una vez por todas a la "cobardía y la hipocresía" y exigía que se revelara el nombre del joven.

El caso ha puesto en un aprieto a un Gobierno opuesto a la legalización de las drogas blandas y que quiere responsabilizar a los adultos de las acciones de los menores a su cargo. El primer ministro laborista, Tony Blair, ya se ha declarado solidario con su ministro a través de un portavoz.

La fiscalía del Estado deberá decidir ahora si presenta cargos o resuelve la situación con amonestaciones contra la víctima y la autora del reportaje.