Funeral militar para el Iíder más temido
Una imagen repetida en la historia de Irlanda del Norte, pero olvidada en los últimos meses, adquiere de nuevo un macabro protagonismo. Pistoleros anónimos en virtud de los pasamontañas que cubren sus rostros protegiendo el féretro y cuerpo yacente de su líder. Los guardianes son miembros de la Fuerza de Voluntarios Lealistas, el grupúsculo de protestantes radicales que perdieron, asesinado, a su jefe, Billy Wright.
Los republicanos del INLA, una brigada escindida del IRA, se responsabilizaron del asesinato perpetrado el sábado en la cárcel de máxima seguridad de Maze, a las afueras de Belfast. El INLA eliminó a la pieza más hostil al proceso de paz e, irónicamente, a un líder sobre el que pesaban amenazas de muerte no sólo por parte de los republicanos, sino también de sus viejos colegas en la causa lealista.
Los funerales de Wright se celebran esta tarde, al estilo militar, en Portadown, el enclave protestante del condado republicano de Armagli. Tras un servicio religioso privado en la residencia familiar, el féretro será trasladado, rodeado de banderas lealistas, al cementerio de Seagoe. Es de esperar la presencia en el cortejo de sus seguidores con los atuendos tradicionales: batas y chaquetas de combate, boinas e insignias militares, rostros ocultos tras pasamontañas.
Las fuerzas de seguridad vigilarán la manifestación a una prudente distancia. Podrían intervenir, especialmente si se realiza una exhibición masiva de armas de fuego, pero todo parece indicar que se limitarán a observar cómo desaparece bajo tierra el cuerpo del paramilitar norirlandés más temido en los últimos 20 años.
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