Londres decide mantener a los responsables en el Uster tras el violento fin de semana
Los responsables británicos en Irlanda del Norte se mantendrán en sus respectivos cargos al tiempo que se introducen tímidas modificaciones en el sistema de seguridad de la prisión de Maze, donde fue asesinado el líder paramilitar lealista Billy Wright el pasado sábado a manos de tres presos de una pequeña organización terrorista republicana. Estas son las principales conclusiones de la reunión extraordinaria que mantuvo ayer la ministra Mo Mowlan con los responsables de prisiones y seguridad de Irlanda del Norte en respuesta al aumento de violencia del fin de semana.
Con dos muertos y tres heridos, en menos de veinticuatro horas, Mo Mowlan, ministra británica para Irlanda del Norte, se vió obligada ayer a revisar la delicada situación que amenaza con entorpecer el progreso de las negociaciones políticas. "Es un ataque contra el futuro de todos nosotros", escribió ayer en el tabloide The Sun. "Un recuerdo gráfico de aquello que estamos ansiosos por dejar atrás", señaló tras afirmar que los incidentes del fin de semana no desviarán la atención del Gobierno en su propósito de procurar la paz.Al mediodía, y durante las siguientes tres horas, Mowlan mantuvo una reunión extraordinaria en Belfast con su equipo gubernamental, el jefe de la policía en Irlanda del Norte, Ronnie Flanagan, y el gobernador de la cárcel de máxima seguridad de Maze, Martin Hogg. El responsable de Seguridad en el Ministerio de Irlanda del Norte, Adam Ingram, recortó sus vacaciones para estar presente en el debate.
Poco trascendió de la reunión salvo la promesa de que en la cárcel de Maze, escenario del asesinato de Billy Wright, el más temido y odiado de los paramilitares lealistas, se llevarán a cabo 11 registros semanales" de las celdas y pabellones de los presos. "No se han registrado las celdas desde julio de 1997'' admitió ayer el portavoz de la Asociación de Funcionarios de Prisiones en Irlanda del Norte.
La gestión de la cárcel de máxima seguridad del Ulster escapa a la práctica generalizada dentro del Servicio británico de Prisiones. En sus bloques con forma de H se aloja la mayoría de los presos paramilitares, tanto lealistas como republicanos. Predomina la segregación en grupos de activistas ideológicamente opuestos que responden exclusivamente a las órdenes de sus respectivos líderes. Un sistema que perdura desde hace décadas y que impide la dimisión de ninguno de sus responsables, como confirmó ayer el titular de Seguridad en el Ministerio de Irlanda del Norte.
¿Para qué vamos a destituir al gobemador de Maze si no se cambia el sisterna?", vino a decir Ingram tras anunciar que se investigarán las circunstancias que hicieron posible el asesinato de Wright y permitieron escapar semanas atrás a un preso del IRA de la misma institución. Es factible también que sin la cooperación de los cabecillas de cada grupo de presos, los registros prometidos ayer difícilmente tengan lugar.
El diario conservador The Daily Telegraph denunció ayer las consecuencias de la política de concentración de presos en Maze y pidió sin éxito la dimisión de Mowlan. "Se ha creado una universidad en terrorismo", advierte en su editorial, "en la que los prisioneros gobiernan y el gobernador está efectivamente entre rejas". El editorial compara esta situación con España donde, advierte, "se dispersa a los presos de ETA".
Inspección completa
El rotativo olvidó mencionar las ventajas de la concentración. La comunidad de presos influyó de forma detenidamente en la declaración de las treguas republicana y lealista. Una influencia que el Gobierno británico admite y que le impide reforzar al máximo el sistema de seguridad que rige la vida en Maze. No obstante, junto a la investigación de los sucesos del sábado se llevará a cabo una "inspección completa" de la cárcel, anunció ayer Ingram. Paralelamente, tres presos del INLA se presentaron por la mañana ante el juez acusados de asesinar a Wright, el líder de la Fuerza de la Fuerza de Voluntarios Lealista, una pequeña organización escindida el año pasado de la Fuerza de Voluntarios del Ulster. La vista apenas duró unos minutos pero uno de los presuntos pistoleros, Christopher McWilliams, reveló los motivos del crimen: "Lo ejecutamos porque dirigía desde su celda su campaña de terror contra el pueblo nacionalista".La acción del INLA provocó un acto de represalia de los lealistas del LVF que mataron, la noche del sábado, a un expreso del IRA e hirieron a tres civiles, incluido un joven de 14 años. De momento, parece que estos actos de violencia no se extenderán a las principales organizaciones los republicanos del IRA y los lealistas del UFF y UDA- que apoyan el proceso de paz respetando sus respectivas treguas.
En sentido se interpretan las palabras de Martin McGuiness, número dos del Sinn Fein, rama política del IRA, al pedir ayer calma. "Debernos reconocer que atravesamos tiempos peligrosos que ponen a prueba nuestros nervios", dijo.
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