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Asesinado en la cárcel norirlandesa de Maze el temido paramilitar lealista Billy Wright

Protestante y lealista radical, Billy Wright encontró ayer en la cárcel de Maze (Irlanda del Norte) una muerte de la que había escapado al menos en seis ocasiones anteriores. Objetivo de los pistoleros del Ejército Republicano Irlandés (IRA) y amenazado por sus propios colegas lealistas, el apodado Rey Rata fue asesinado finalmente de cinco balazos disparados desde el tejado de la propia prisión de alta seguridad, situada a pocos kilómetros de Belfast.

Los presuntos asesinos, dos activistas del INLA -facción escindida del IRA que nunca aceptó el proceso de paz- apuntaron a su objetivo desde el tejado de la cárcel. Allí habían aguardado a Wright, que iba a coger el microbús para ir a la sala de espera junto a otros presos. Cinco balazos le alcanzaron en la espalda. El paramilitar murió en el acto.A mediodía, las autoridades norirlandesas confirmaron la detención de tres sospechosos, presuntos miembros del INLA, a los que les fueron confiscadas dos armas de fuego. La investigación sobre el incidente -en particular de cómo entraron las armas en la cárcel- había comenzado ya a esa hora. Mientras, políticos unionistas pedían la dimisión de Mo Mowlan, ministra británica para Irlanda del Norte, de los altos funcionarios de su ministerio y del director del Servicio de Prisiones.

La rebeldía de Rey Rata

Rey Rata fundó su propio grupo paramilitar, la Fuerza de Voluntarios Lealistas (LVF), que se opone al proceso de paz en general y a la tregua lealista en particular. Esta acción de rebeldía le enfrentó con la cúpula lealista-protestante, englobada en el llamado Comando Militar Lealista Combinado, que en 1996 le ordenó abandonar el Ulster. Wright hizo caso omiso de la orden, que iba acompañada de una amenaza de justicia sumaria, y se mantuvo en la región de Armagh.Ese mismo año, Wright estuvo en los disturbios de Portadown, chispa que hizo estallar le violencia por toda Irlanda del Norte. Y en 1997, la policía le detuvo tras amenazar de muerte a una mujer que intentaba salvar a su hija de una paliza de castigo en los campos de Portadown.

Con su asesinato se elimina una pieza hostil al rompecabezas político irlandés, pero también se pone en peligro la continuidad de las negociaciones. El movimiento unionista se ha quejado por lo que considera "excesivas concesiones" a la causa republicana que representan el Sinn Féin y su rama militar, el IRA. Y durante los permisos navideños los presos lealistas están reconsiderando su apoyo al proceso negociador. La eliminación de Wright podría ser la gota que inclinara la balanza hacia la violación de una. tregua que perdura, mal que bien, desde hace tres años.

Ken Maginnis, del Partido Unionista del Ulster, pidió ayer calma y la viceprirnera ministra irlandesa, Mary Harney, urgió a la reflexión por el "bien del proceso de paz".

El INLA se opone al proyecto de conversaciones y negociaciones, y nunca ha declarado el alto el fuego. Es posible que el asesinato se interprete como un ajuste de cuentas entre dos de las facciones más radicales de Irlanda del Norte, pero ayer los grupos políticos temían sus consecuencias.Los disturbios no tardaron en llegar y en la noche de ayer varios vehículos fueron incendiados en Portadown, el feudo de Wright, y se registraron enfrentamientos con la policía al norte de Belfast.

Por su parte la Fuerza de Voluntarios Lealistas, anunció que habrá represalias por el atentado contra su líder. La LVF aseguró que ampliará su zona de operaciones "en el curso de las semanas o meses siguientes". En un comunicado entregado a numerosos medios de comunicación de Belfast, la LVF señaló que continuará oponiéndose al proceso de unificación de Irlanda.

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