España levantará las restricciones militares a Gibraltar en las operaciones de la OTAN
España levantará las restricciones al uso militar de Gibraltar en operaciones y maniobras de la OTAN, según han indicado fuentes gubernamentales. La autorización se concederá "caso por caso" para evitar que estas facilidades se amplíen a las fuerzas británicas en misiones de carácter nacional. Con esta decisión, España quiere privar al Reino Unido de su argumento de que las limitaciones españolas al Peñón afectan a la operatividad de la OTAN.
Hasta ahora, España rechaza intervenir en maniobras de la OTAN en las que el mando de Gibraltar tenga algún papel y niega a las fuerzas participantes en dichos ejercicios la autorización para sobrevolar territorio español o hacer escala en aeropuertos y puertos españoles.Esta práctica, según las fuentes consultadas, dejará de tener sentido con la integración de España en la estructura militar de la OTAN y la supresión del mando aliado de Gibraltar. Además, España quiere dejar claro que, al contrario de lo que ha sostenido el Reino Unido durante el reciente debate sobre la nueva estructura militar, las restricciones son consecuencia de un contencioso entre dos países y no afectan en absoluto a los demás socios de la OTAN.
Sin embargo, es probable que esta decisión, que tiene carácter unilateral, acabe enmarcándose en un acuerdo más amplio con el Reino Unido.
El Gobierno británico amenazó con vetar la creación del mando de la OTAN en España si no se levantaban las restricciones militares al Peñón y el Gobierno español contraatacó proponiendo el control militar conjunto del aeropuerto.
Aunque el pasado día 2 retiró por sorpresa sus reservas al mando español, permitiendo así la aprobación de la nueva estructura militar aliada, Londres mantiene su amenaza de vetar la puesta en marcha del cuartel general de Madrid cuando se discutan sus plantillas y presupuesto.
Por eso, esta negociación -independiente de la que mantienen los ministros de Exteriores de los dos países, Abel Matutes y Robin Cook, sobre la soberanía de Gibraltar, cuya última cita se produjo el pasado día 10 en Londres- sigue adelante y está previsto reanudarla en enero.
Fuentes conocedoras de las conversaciones consideran casi mposible un acuerdo sobre el control militar conjunto del aeropuerto, que rechazan británicos y gibraltareños, por lo que la salida más probable conistiría en un levantamiento parcial de las restricciones.
La parte británica ha sugerido que se conformaría con un cuerdo sobre autorización de sobrevuelo y aterrizaje de aviones británicos en caso de emergencia, con el levantamiento de las restricciones para operaciones y maniobras de la OTAN y con la supresión de las limitaciones navales al Peñón. A cambio de estas concesiones, Londres retiraría su amenaza de veto y apoyaría las reivindicaciones españolas en el reparto de puestos en los mandos.
La autorización de vuelos y aterrizajes de emergencia no plantea problemas, pues sólo se trata de formalizar lo que ya es una práctica consolidada en el derecho internacional y humanitario. El levantamiento de las restricciones, para la OTAN tampoco, pues España se propone hacerlo unilateralmente.
El levantamiento de las restricciones navales -España no permite que hagan escala en sus puertos buques procedentes o con destino a Gibraltar- es más complicado. Es verdad que, a diferencia del aeropuerto, construido sobre el istmo ocupado ilegalmente, el puerto no plantea ningún problema de soberanía, por lo que las restricciones navales no son sino una muestra de hostilidad hacia la pervivencia de la colonia. Pero, por la misma razón, tienen un alto valor simbólico y, en menor medida, económico.
Fuentes españolas sostienen que su levantamiento exige un gesto correlativo de parte británica. Londres alega, sin embargo, que ese gesto ya lo hizo al retirar sus reservas a la creación del mando de Madrid y a la supresión del de Gibraltar.
