Máxima alerta en Zamora y Valladolid por las crecidas del Duero y el Pisuerga

Zamora y Valladolid vivieron ayer en alerta máxima ante las respectivas crecidas de los ríos Duero y Pisuerga y varias carreteras de ambas provincias sufrieron cortes. En Talavera de la Reina (Toledo) se mantuvo la vigilancia de madrugada ante la posibilidad de que el Tajo anegase las zonas bajas. Por contra, Protección Civil dio por concluida la situación de riesgo en el Ebro y el Guadalquivir.

El caudal del río Duero, informa comenzó a presentar un cariz alarmante en Zamora y localidades próximas, como Toro, debido a que las aportaciones de agua de sus afluentes le hicieron sobrepasar los 1.400 metros cúbicos por segundo, más de 200 por encima del volumen habitual, y se esperaba que por la noche llegara hasta los 1.800 o los 1.900. El volumen podrá aumentar hasta los 2.200 metros cúbicos por segundo, siete veces el caudal habitual, a partir de las nueve de la noche de hoy, domingo, por lo que se mantendrá la vigilancia en todo el cauce en coordinación con Portugal, según fuentes de la Confederación Hidrográfica. Dichas fuentes puntualizaron que sólo se daría un desbordamiento a partir de los 3.500 metros cúbicos por segundo.Protección Civil recurrió al Ejército para intervenir si fuera necesario evacuar zonas como las de Pinilla, San Frontis, Olivares y Villagodio. Además, la carretera N-122, a su paso por Toro, quedó cortada para varios días a la espera de que baje el arroyo Adalia y se pueda reparar un puente dañado por la riada.

Mientras tanto, el caudal del Esgueva, que en la víspera había tenido en un puño a los vecinos del barrio España, en Valladolid, se fue reduciendo a lo largo del día, informa Francisco Forjas. En cambio, el Pisuerga aumentó hasta el extremo -1.620 metros cúbicos por segundo- de que zonas de los márgenes, como la playa Las Moreras y La Rosaleda quedaron inundadas y en el Soto de la Medinilla se tuvo que montar un dique con sacos terreros.

La crecida del Pisuerga, que obligó en Simancas, a 10 kilómetros de Valladolid, a cortar el tráfico por su puente romano y a utilizar una grúa para limpiar de ramas y suciedad sus ojos, fue debida a que los cauces del Esgueva y el Arlanza no están regulados. La regulación de este último está prevista a través del embalse de Castrovido. El pasado viernes, los alcaldes de su cuenca baja volvieron a solicitar al Gobierno la aprobación del proyecto para acometer su construcción y evitar así las periódicas inundaciones en Lerma y Salas de los Infantes (Burgos).

El aumento de caudal de los ríos de Castilla-La Mancha se debe a las recientes lluvias sumadas al deshielo de las nevadas, lo que ha obligado a desembalsar algunos pantanos de la cuenca.

La situación en Talavera era simplemente de "vigilancia", ya que la cantidad del agua de los pantanos del Tajo se había reducido. No obstante, ante la posibilidad de que, de madrugada, el agua afectara a las áreas más bajas de la población, el Ayuntamiento se apresuró a avisar a los vecinos de la conveniencia de tomas determinadas medidas de prevención, como, por ejemplo, sacar sus coches de los garajes subterráneos.

Por otra parte, Protección Civil levantó las alertas tanto en tomo al Guadalquivir como al Ebro. El subdelegado del Gobierno en Andalucía, Andrés Herranz, afirmó que los ríos y los embalses están volviendo a la normalidad y que, de momento, no se esperan más precipitaciones fuertes. También explicó que la situación en Écija (Sevilla), la localidad más afectada por las inundaciones de esta semana, está controlada. El Ebro subió en Zaragoza dentro de los márgenes tolerables, pero se espera que pueda subir más hoy. En Cataluña, el Segre bajó y el Cinca se mantuvo estable.