Con mucha acción

Desde el principio de su mandato, el actual consejero de Educación y Cultura quiso que la feria de Juvenalia tuviera un marcado acento cultural, sin olvidar los aspectos lúdicos, como es obligado en cualquier actividad para niños.Con esta directriz, en los últimos años se ha asistido a una Juvenalia que ha hecho un repaso por la historia del teatro o, en la presente edición, por los libros. Sin embargo, observando sus 18 convocatorias, se podría decir que se han consolidado dos juvenalias bien diferentes; por un lado, la temática, que se organiza atendiendo al título elegido, y por otro, aquellos organismos e instituciones que plantean actividades ajenas al tema y que, sin embargo, se han convertido en imprescindibles a tenor de la demanda de los asistentes.

Son los casos de los puestos del área de deportes de la Comunidad de Madrid, en los que se puede practicar baloncesto, tiro con arco, yudo o escalada, entre otros, o jugar al futbolín o al pimpón. En esa misma línea, este año se ha instalado incluso una atracción con carricoches de feria.

Es también el caso del puesto del Ministerio de Defensa, que registra colas de, a veces, más de una hora. Su principal actividad es la pista que los chavales deben atravesar superando diversos obstáculos y en la que practican saltos, tirolina o escalada.

Moverse y cansarse

Esta serie de actividades más movidas (muy solicitadas por los grupos de adolescentes que acuden a la feria sin la compañía de un adulto) se encuentran ubicadas en el pabellón 4, mientras que la mayoría, de contenido temático (a las que acude más público familiar), se han situado en el 2. Aunque hay entradas al recinto por ambos, el recorrido lógico es el que se inicia por éste último (de las actividades más pausadas a las más cansadas).También es importante saber que atendiendo a las previsiones de los organizadores se calcula una asistencia diaria en torno a los 40.000 visitantes. La experiencia de otras ediciones permite asegurar que no hay grandes diferencias horarias en el flujo de público, pero sí se ha detectado que los últimos días acude más gente que los primeros y que al mediodía se produce una pequeña caída de visitantes. Los pabellones cuentan con varios establecimientos de restauración, desde autoservicios hasta bares o cafeterías.

El Ministerio de Educación y Cultura ha dispuesto dos áreas de guardería; una, para los niños más pequeños (hasta tres años) y otra, para padres, que es en realidad una sala de lectura. Asimismo, la comunidad ha preparado una zona de guardería para niños de dos a cinco años, donde los pequeños pueden oír cuentos, hacer trabajos de psicomotricidad o pintar.