Fuerzas de la OTAN detienen en Bosnia a dos criminales de guerra croatas tras un tiroteo

Dos criminales de guerra croatas fueron detenidos ayer en Bosnia por soldados de la SFOR, las fuerzas de estabilización de la OTAN en esta región. Uno de ellos, Vlatko Kupreskic, se resistió a tiros de metralleta, pero fue capturado y acabó en el hospital. El otro, Anto Furundzija, fue enviado ayer al Tribunal de La Haya que juzga los crímenes de guerra en la ex Yugoslavia. El secretario general de la OTAN, Javier Solana, que hoy viaja a Banja Luka, indicó que se trata de un "aviso". Ambos están acusados de pertenecer al grupo de ocho croatas que masacraron en abril de 1993 el pueblo de Ahmici, donde asesinaron a 103 musulmanes, incluidos mujeres y niños, y donde incendiaron todas las viviendas.

Un comando holandés había sido expresamente trasladado a Bosnia para llevar a cabo la operación. Una vez allí, y bajo el mando de la SFOR, actuó con el apoyo de unidades norteamericanas y británicas. Era la segunda operación contra criminales de guerra lanzada por la OTAN.Uno de los dos croatas, VIatko Kupreskic, "abrió fuego con su arma automática" contra los soldados, según la versión de la SFOR. Su esposa, sin embargo, relató que "unos cincuenta soldados cubiertos con máscaras negras irrumpieron" en su domicilio con botes de humo. Ljubica Kpreskic vio a su marido sangrando antes de encerrarse en otra habitación con sus hijos. "Si simplemente le hubieran llamado con un megáfono, se habría rendido", declaró la joven mujer, que afirmó que su casa tenía "impactos de bala por todas partes". Kupreksic, de 39 años, fue atendido de las heridas de al menos tres balas.

El otro detenido, Anto Furndzija, conducía su vehículo cuando fue interceptado por las fuerzas de la SFOR y se entregó sin oponer resistencia.

El resto de la cuadrilla que cometió la matanza de Ahmici -incluidos dos primos de Kupreskic- fue entregado el pasado 6 de octubre a La Haya por el presidente croata, Franco Tudjman. Esta doble detención ha sido muy, pero que muy ilustrativa. Primero, porque ambos estaban en diferente situación. Kupreskic, como imputado públicamente por La Haya, iba armado y se resistió. Pero su colega pertenece a la lista de inculpados en secreto, que desconocen tal circunstancia y van desprevenidos: resultan más fáciles de cazar.

Segundo, porque aún cuando se ha aplicado el mandato que recibió la OTAN y la SFOR -sólo proceder a detenciones cuando sus soldados se tropiezan con los criminales-, el episodio demuestra que hay margen de interpretación. Los soldados protagonistas eran holandeses: el Gobierno de La Haya es de los más activos en reclamar el juicio a los criminales y entrena a sus muchachos en las tareas de caza, mediante comandos especializados.

Quedan los serbios

Tercero, porque va cerrando el cerco en torno a los inculpados que aún circulan libremente. "Es un aviso de que todos los acusados deberán responder ante el Tribunal", manifestó Solana. De los 19 croatas acusados públicamente, 16 están en La Haya; los tres musulmanes imputados fueron entregados al tribunal; quedan, sobre todo los serbios.Sólo tres de los 55 serbios acusados han sido entregados. Entre ellos el ex líder Radovan Karadzic. Algunos observadores creen que nunca acabará en el Tribunal de La Haya, por defunción, ya que entre su guardia figuran algunos fieles al líder de Belgrado, Slobodan Milosevic: éste preferiría evitar declaraciones peligrosas de testigos que conocen sus fechorías, si conviene dándoles un pasaporte definitivo.

Y cuarto, la, detención ha sido políticamente oportuna. Solana viaja hoy a Banja Luka, donde recordará a la presidenta Plavsic "el deber" de todas las partes comprometidas en Dayton de "entregar" a los criminales de guerra y apoyará la rápida constitución del nuevo Parlamento de la República Srpska.

Por otra parte, el presidente de EE UU, Bill Clinton, confirmó ayer que la tropas norteamericanas se quedarán en Bosnia más allá del límite fijado para el próximo junio, tal como deseaban los miembros europeos de la OTAN, informa Clinton se negó a comentar las circunstancias en las que tropas norteamericanas participarían en la captura de criminales de guerra. Dijo que la paz puede sostenerse aunque no sean capturados personajes como Radovan Karadzic, el líder de los serbios de Bosnia durante la guerra.