Menuhin o la bondad de la música
Tiene razón Enrique Franco cuando escribe que Yehudi Menuhin (81 años, ya) no es únicamente un gran artista, sino también una "humanidad conmovedora". Su bondad se manifiesta en su dedicación a proyectos educativos internacionales para niños marginados tan ejemplares como el MUS-E o en su actitud en conciertos como el que, presidido por la Reina, tuvo lugar en el Auditorio Nacional con la Orquesta de la Escuela Superior de Música Reina Sofía.El juego de complicidades que se estableció en el Concierto para dos violines y orquesta en re menor de Bach era embriagante. Menuhin miraba al profesor Zakhar Bron con admiración y quizá un punto de nostalgia; Bron miraba con sano orgullo a su alumna más destacada, Vera Martínez Mehner, y ésta no sólo aguantaba el tipo sino que extraía de su violín un sonido precioso, mientras miraba a Menuhin con la veneración con que se mira a un dios entrañable. La orquesta, jovencísirna, ponía el resto, como burlándose de una tradición nada benévola en España para los instrumentistas de cuerda. La realidad era otra: los violines o violas sonaban con un impulso vital admirable; los chelos, con una precisión rítmica memorable.
Concierto de Navidad
Patrocinado por GlaxoWellcome.Orquesta de cámara de la Escuela Superior de Música Reina Sofía. Director: Yehudi Menuhin. Solistas: Zakhar Bron y Vera Martínez Melmer. Obras de: Bach, Mendelssohn y Chaicovski. Auditorio Nacional. Madrid, 9 de diciembre.
Bron demostró su categoría de gran virtuoso del violín en el Concierto en re menor de Mendelssohn, cuya recuperación se debe al impulso investigador del propio Menuhin y a su insaciable curiosidad por escarbar en anticuarios o bibliotecas. La musicalidad del Andante o el alegre mecanismo con que Bron resolvió las dificultades del presto nos situaban ante un artista colosal.
En la Serenata en do mayor de Chaikovski, la orquesta y Menuhin se fundieron en una exhibición de pura música. Encantador el vals, emocionante la elegía, vibrante el tema ruso del movimiento final. Menuhin: todo un privilegio.
Babelia
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