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Chile renueva mañana su Parlamento, con el centro-izquierda como favorito

Juan Jesús Aznárez

ENVIADO ESPECIAL Chile celebra mañana unas elecciones parlamentarias que renovarán los 120 escaños de la Cámara de Diputados, y 20 de los 47 del Senado. A partir de marzo próximo serán 48 asientos, pues asume como senador vitalicio el ex dictador y actual jefe del Ejército, Augusto Pinochet, por obra y gracia de las armas y una Constitución que marca el paso. Los sondeos anticipan que la coalición gubernamental de centro-izquierda obtendrá más del 55% de los sufragios, como ocurrió en las municipales del pasado 27 de octubre, donde alcanzó el 56%.

Los chilenos están pendientes de estos comicios, pero también de la inminente llegada del que será senador Pinochet. "Sé que me expongo en el Senado", admitió el caudillo en una entrevista publicada este domingo por el diario El Mercurio. Tiene quien lo defienda. El diputado de la derechista Unión Demócrata Independiente (UDI), Iván Moreira, ha advertido que no admitirán descalificaciones ni rechiflas contra el general en la Cámara alta por parte de los congresistas de la coalición en el Gobierno, integrada por la Democracia Cristiana (DC), el Partido Socialista (PS), el Partido por la Democracia (PPD) y Partido Radical.

"Nos convertiremos, con chalecos antibalas, en sus escoltas para defenderlo en el hemiciclo de cualquier provocación, y eso que lo tengan claro los senadores que han estado desarrollando una campaña contra él", prometió Moreira, para quien la mayoría de la otra formación conservadora, Renovación Nacional, menos ultra, se apresta también a la defensa del militar que en 1973 derrocó al socialista Salvador Allende. "El general Pinochet no está solo, y lo nuestro no es un capricho, sino que es una actitud de hombres cuando defendemos al amigo y al líder que lo dio todo por su país". Estas elecciones se perfilan también como primarias, indicativas de las posibles candidaturas a la presidencia en los comicios de dentro de dos años.

Reforma constitucional

La decisión de Pinochet, que a sus 82 años se acogió a una facultad constitucional dictada durante su régimen (1973-1990), encrespó la campaña política de los últimos dos meses entre la oficialista Concertación Democrática, en el Ejecutivo, y la oposición derechista. Pinochet, le pese a quien le pese, será senador de por vida, a menos que la Concertación mantenga el jueves su cómoda mayoría en la Cámara de Diputados y aumente las 21 bancas que tiene en el Senado. De esta manera podría reformar la Carta Magna con el apoyo de la derecha más liberal. El presidente, Eduardo Frei, sin mayoría suficiente, no pudo impedir el acceso de Pinochet al Parlamento, ni suprimir la figura de los otros nueve senadores designados, decididos a dedo por el Ejército, la Armada, la Fuerza Aérea, el cuerpo de Carabineros y la Corte Suprema de Justicia. Prácticamente todos votan contra el Gobierno.El sucesor de Frei será elegido en diciembre de 1999, pero los diferentes bloques políticos tienen la consulta de mañana como demostrativa de la solidez de las diferentes candidaturas.

"Aunque nadie lo reconozca, en la misma noche del 11 de diciembre surgirán diversos nombres de posibles candidatos", adelantó en su última edición la revista quincenal Ercilla. En la Concertación, que aspira a su tercer Gobierno, hasta el 2006, el socialista Ricardo Lagos, ministro de Obras Públicas, destaca en todas las encuestas, con el 60% del apoyo popular y el respaldo de su partido y del PPD.

El Partido Comunista, cuyos candidatos se impusieron en las últimas elecciones estudiantiles, pretende la representación parlamentaria no alcanzada ni en las elecciones de 1989 ni en las de 1993. Lo lidera, con la vista puesta en el Senado, Gladys Marín.

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