Aduanas sorprende a 110 'boleros' en lo que va de año en Barajas

El narcotráfico internacional ha apostado fuerte por los correos suicidas. Un total de 110 boleros (personas que ocultan las drogas en sus intestinos) han sido sorprendidos en el aeropuerto de Barajas en los 11 primeros meses de este año. La cifra, que triplica la alcanzada en 1996 (año en que se detuvo a 30 de estos correos), demuestra el creciente uso de este método por los traficantes. Un sistema para introducir cocaína que ha acarreado la muerte de al menos tres personas en lo que va de año. Otras 10 han requerido de asistencia médica. Barajas se ha convertido en una de las vías preferidas por los narcos para introducir cocaína en España. Los métodos para conseguirlo constituyen un reto para la inteligencia de los aduaneros y policías. Sus reflejos se las tienen que ver con trajes de torero impregnados de droga, nueces que en realidad son perfectas imitaciones hechas con cocaína, pinturas al óleo estupefaciente e incluso, en una superación del viejo sistema del doble fondo, con maletas fabricadas con pasta de cocaína. Este esfile de correos ha convertido las aduanas de Barajas, controladas por la Agencia Tributaria, en un constante goteo de detenciones. En los 11 primeros meses han sido arrestadas 381 personas en el aeropuerto por tenencia de cocaína, de las que 141 llevaban la droga en el doble fondo de la maleta; 38, adosada en el cuerpo; 10, impregnada en la ropa, y 31, en los lugares más insospechados (desde sillas de minusválidos hasta pelucas, pasando por aceites de motor). Junto a estos traficantes, que no ponen en peligro sus vidas, se encuentra el batallón de los boleros. Estos correos, habitualmente personas con pocos medios económicos, ingieren la droga. Para ello, previamente han envuelto con látex pequeños tacos de coca del tamaño de un pulgar."No hace falta mucho ojo para descubrirles. Vienen generalmente en vuelos transoceánicos procedentes de Colombia y, claro, a las pocas horas se les nota la angustia. Tiemblan, van erguidos, sudan; en fin, que les molesta", comentó el administrador de la aduana de Barajas, José Antonio Muñoz Royán.

Su descripción la corroboraron fuentes policiales del aeropuerto: "Se les nota en la cara. Tienen la boca extremadamente seca de no comer ni beber durante más de 12 horas y llevan los ojos enrojecidos. Al pasar por el control se ponen muy nerviosos y se mueven mucho porque les molestan las bolas. Hasta les duele estar, sentados, y eso les delata en el mismo vuelo". Fáciles de capturar, su peligrosa carga, sin embargo, no les aporta grandes beneficios. "Es un drama verles; son gente sin recursos, que viene a la desesperada: se arriesga a morir y a un mínimo de cuatro años de prisión por un puñado de pesos o, lo que es peor, por un puñado de billetes falsos, porque muchas veces los narcos les pagan con falsificaciones", explicaron las citadas fuentes policiales, que recordaron que cada año muere una media de ocho a diez boleros

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