Unidos por Europa

A MENOS de diez meses de las elecciones generales, el Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) tiene dos candidatos, Oskar Lafontaine y Gerhard Schröder, para intentar desbancar a Helmut Kohl. Es decir, no tiene candidato. Más aún cuando cada uno representa tendencias políticas opuestas. Sin embargo, el congreso del SPD en Hannover ha sido capaz al menos de conseguir un punto de encuentro entre las dos corrientes: la plena aceptación del actual proyecto europeo, en particular la moneda única. No es poco si se tiene en cuenta que los socialdemócratas alemanes habían expresado no pocas reservas sobre este asunto y que Schröder llegó a pedir el aplazamiento del euro. Europa se ha convertido esta semana en "el proyecto crucial de la política socialdemócrata", con un acento específico en la defensa de un "pacto de estabilidad social" que evite la competencia a la baja en salarios y prestaciones sociales.El congreso no ha respondido del todo a su lema de Innovación y justicia. El presidente del SPD Lafontaine, ha abogado por un enfoque intervencionista de la política económica, con una apelación a que las empresas se preocupen tanto de su valor social como de su valor contable. El congreso ha aprobado la creación de 750.000 nuevos empleos -en un país que tiene cuatro millones y medio de parados- en el sector público, aunque sin precisar ni el calendario ni la financiación de tal proyecto.

Gerhard Schröder, la estrella ascendente que prometía ideas innovadoras, ha elaborado un discurso a favor de la modernización de Alemania, de la reconciliación con la función del mercado para la creación de riqueza y empleo, pero poco novedoso en cuanto al abanderamiento de un "nuevo contrato social". Su enfoque está más próximo a las tesis de Blair o de Clinton que a las de Jospin, por poner puntos de referencia, y queda muy lejos del de Lafontaine.

Para tener posibilidades de ser el candidato del SPD frente a Kohl, Schröder habrá de revalidar su presidencia de Baja Sajonia en las elecciones de marzo. E incluso así no es seguro que Lafontaine -que domina el aparato del partido- le permita superarle en esta carrera, pese a que Schröder tenga probablemente mayor tirón electoral.

El canciller democristiano y patriarca europeo Helmut Kohl será un hueso muy duro de roer, cualquiera que sea el candidato del SPD. Pero el congreso de Hannover garantiza que, gane quien gane en las elecciones de septiembre próximo, Alemania seguirá siendo europea.