El presidente de México llama a una "cruzada nacional" contra el crimen

Los ecos de la crispación y la psicosis que supura la Ciudad de México, dominada por una delincuencia fuera de todo control, han llegado hasta el Gobierno. En un inesperado mensaje a la nación, el presidente Ernesto Zedillo anunció en la noche del miércoles la creación de un gabinete especial anticrimen, integrado por varios ministros, y varias reformas constitucionales destinadas a endurecer las leyes y acabar con la impunidad.

Zedillo convocó a una "cruzada nacional" contra la violencia y pidió a los ciudadanos que asuman también su parte, abandonando la resignación y denunciando a los delincuentes. La reacción gubernamental se produce dos días antes de que la alcaldía de la capital pase, por primera vez en su historia, a manos de la oposición. Cuauhtémoc Cárdenas, ganador de las elecciones municipales del pasado 6 de julio, recibirá hoy en sus manos una ciudad de 17 millones de habitantes (20 con su área conurbada) atenazada por las bandas criminales y la corrupción policial. El día 29, miles de capitalinos marcharon en silencio por las calles para protestar contra la violencia.En este contexto el mensaje de Zedillo puede tener una doble lectura. Por un lado, arropa al nuevo regente [alcalde] de la Ciudad de México en la tarea que tendrá que enfrentar, al instrumentar medidas a escala nacional. Por otro, le viene a quitar algo de su protagonismo. De hecho, el presidente incluyó una sutil advertencia: la seguridad pública es un asunto que debe atenderse, dijo, "uniendo capacidades" y "subordinando al interés general toda consideración de partido o de grupo".

Medidas insuficientes

Al comienzo de su mensaje, Zedillo repasó todas las iniciativas de su Gobierno en la lucha contra la delincuencia, para acabar reconociendo que todos los programas "han sido claramente insuficientes". La indignación ciudadana ante el avance de la delincuencia, dijo, "es justa", y hace necesaria la aplicación de nuevas estrategias. "Cada medida rigurosa que no tomemos y apliquemos cabalmente hoy, hará necesaria una medida más drástica mañana".Entre las medidas anunciadas están las reformas del sistema de enjuiciamiento penal y la creación de un gabinete de seguridad pública, que estará integrado por todos aquellos ministros que tienen competencias en este ámbito: desde el secretario de Defensa hasta el de Transportes, responsable de la Policía de Caminos, o el de Hacienda, jefe de la Policía Fiscal. El gabinete se reunirá dos veces al mes para coordinar el funcionamiento de los cuerpos de seguridad: federal, estatal y municipal.

El presidente aseguró también que promoverá una campaña entre los gobernadores de los Estados mucho más enérgica para combatir la corrupción policial.

Con esta iniciativa, Zedillo aplica un esquema que ha dado buenos resultados en las ciudades conflictivas de Estados Unidos: la combinación de medidas legales más duras con el impulso a la participación ciudadana. Para ello utilizó incluso un término anglosajón: "Cero tolerancia". El objetivo es romper el círculo que se ha creado en México, donde la mayoría de las víctimas nunca denuncian los delitos, desanimados por la corrupción y la ineficacia de policías y jueces, lo que alimenta la impunidad de los criminales.

"Si los mexicanos hemos aprendido a tener cero tolerancia con quienes obstruyen el avance de nuestra democracia", concluyó el presidente, "aprendamos a no tener ninguna tolerancia con quienes obstruyen el avance de nuestro desarrollo violando la ley