El FMI insta a Japón a tomar medidas urgentes para reformar su economía y salir de la crisis
El director general del Fondo Monetario Internacional (FMI), Michel Camdessus, instó ayer al Gobierno de Japón a tomar medidas urgentes para reformar su economía y atajar la crisis financiera. Camdessus, que llegó a Tokio tras concertar con Corea del Sur el mayor préstamo en la historia de la institución (8,25 billones de pesetas), subrayó que la importancia de Japón como segunda potencia económica mundial hace esencial que el resto del mundo perciba que las cosas van bien". Camdessus mostró su preocupación y afirmó que "ningún país está a salvo" si la crisis se intensifica. Las empresas surcoreanas anunciaron ayer un periodo de austeridad salarial como consecuencia de los compromisos de su Gobierno con el FMI.
El director general del FMI señaló que tras la quiebra del Yamaichi Securities, la cuarta casa de corretaje de Japón, el Gobierno japonés no debe escatimar esfuerzos para restaurar la confianza de los inversores. La solución a la crisis necesita una acción rápida y eficaz de los problemas del sector bancario".El director general del organismo multinacional ofreció su receta a las autoridades monetarias. Se compone de la utilización de fondos públicos "para proteger a los depositantes" de las instituciones en quiebra; "una identificación rápida para el cierre de las instituciones insolventes"; e instrumentos para capitalizar los bancos con métodos transparentes".
No obstante, Camdessus trató de quitar hierro a sus manifestaciones y expresó su confianza en las autoridades y en el sistema bancario para salir del bache. "Estoy seguro de que la conjunción de los esfuerzos del Gobierno y del sector bancario harán que esta crisis sea corta", dijo.
Recortes generalizados
Para Camdessus, los datos sobre crecimiento económico en Japón no son muy alentadores. El Gobierno japonés reconoció ayer sus dificultades y adelantó que su crecimiento para el año fiscal en curso, que termina el próximo 31 de marzo, será inferior al 1%, una tasa que no se registraba desde 1994. "Es apropiado decir sólo que la economía está estancada", afirmó el director de la Agencia de Planificación Económica, Koji Omi. La última revisión a la baja situaba el crecimiento en el 1,9%.El cocinero Camdessus y el pesimista Omí aguaron la jornada a los inversores en bolsa. El Nikkei perdió 278,80 puntos, un 1,68%, y se situó en 16.306 puntos.
Por contra, en el resto de los mercados se impuso la tranquilidad, aunque las bolsas no consiguen definir una trayectoria conjunta. Hong Kong ganó un 2,39%; mientras que Singapur bajaba un 0,39%. Seúl (Corea del Sur) terminó con un fuerte alza del 6,99%.
La crisis no parece haber concluido del todo, pero las economías occidentales han sido muy claras a la hora de aportar fondos y soluciones, que pasan por una liberalización de los mercados.
En esa línea están las condiciones impuestas por el FMI para coordinar un crédito multinacional a Corea del Sur por valor de 8,25 billones de pesetas, el mayor en la historia la institución. Su dureza empezó a manifestarse ayer en la economía real. Tres grandes conglomerados industriales surcoreanos, Daewoo, Hyundai y Samsung, anunciaron que contrarrestarán la previsible bajada del consumo interno que provocará el plan de choque contra la crisis con un aumento de las exportaciones y una política de austeridad salarial.
Los principales partidos de la oposición surcoreana han anunciado que renegociarán las condiciones impuestas por el FMI a cambio del préstamo si vencen al Gobierno actual en las elecciones presidenciales del próximo día 18. Los sindicatos anunciaron un periodo de "huelgas generales" si el plan de choque impuesto provoca una ola de despidos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.