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Los socialdemócratas alemanes anuncian su congreso en busca de la "innovación"

Pilar Bonet

El Partido Social-Demócrata alemán (SPD) comienza hoy un congreso en Hannover que dará importantes pistas sobre sus perspectivas de derrotar al Gobierno de centro-derecha de Helmut Kohl, instalado en el poder desde hace 15 años. El lema del Congreso -Innovación y justicia- resume el principalproblema del SPD, a saber:cómo encontrar respuesta para los retos del fin de milenio: globalización y paro creciente.Alemania celebra sus próximas elecciones legislativas el 27 de septiembre de 1998, y la cuenta atrás ha comenzado. La sede central del SPD en Bonn ha sido decorada con un enorme reloj que indica el número, de días restantes hasta el evento. En sus carteles de campaña, instalados sobre la fachada, el SPD caricaturiza a Kohl como "canciller del pasado", y a Theo Waigel, el ministro de Hacienda, como un Pinocho de larga nariz.

Sin embargo, el SPD no ha elegido aún su candidato para competir con Kohl, ni lo hará en este congreso. En Hannover se espera que las dos posibles figuras -el jefe del partido, Oskar Lafontaine, que dirige el Estado federal del Sarre, y Gerhard Schröder, el jefe de Baja Sajonia- demuestren que funcionan como los disciplinados miembros de un equipo, cualquiera que sean las tensiones que puedan existir entre ellos.

Schröder, un hombre carismático que tiene buenas relaciones con el mundo empresarial y que es el anfitrión del congreso, deberá revalidar su puesto al frente del segunda territorio de Alemania por su tamaño en elecciones locales el próximo marzo. La lucha será encamizada, pues la Unión Cristiano-Demócrata y los partidos de la coalición gubernamental entienden el valor simbólico de los comicios, tanto más cuando Schröder aseguró que no competiría por la cancillería si su apoyo electoral descendía un 2%.

Según las encuestas, Schröder, que no oculta sus ambiciones de llegar a ser canciller, es, hoy por hoy, el único político que puede vencer a Kohl en los comicios. Lafontaine tiene ya una experiencia negativa en este sentido, ya que fue derrotado en 1990. El SPD elegirá entre ellos en un congreso que debe celebrarse en el mes de abril. Para después de las elecciones de Baja Sajonia se espera también que el partido determine con qué otra formación política está dispuesto a aliarse. Los Verdes encajan hoy mejor que nadie en este papel, pero también plantean reivindicaciones que pueden causar tensiones entre socialdemócratas y empresarios.

Schröder y Lafontaine representan, por lo menos en cuestiones de imagen, opciones de distinto matiz. Analistas alemanes atribuyen a Schröder una actitud más flexible (u oportunista) y menos "ideologizada" que a Lafontaine. Este político, que encaja más en el perfil socialdemócrata clásico, asegura la unidad del partido. Las tesis innovadoras que Schröder presentó el pasado septiembre utilizaban un vocabulario nuevo y hablaban de "movilidad", "responsabilidad", "liberalización" y "desregulación".

Sobre el congreso del SPD planea la sombra de Tony Blair, nombre con el que se asocia la necesidad de renovación de la izquierda, y los observadores se preguntan cómo reaccionarán las bases del partido ante un reto que en cierto modo es comparable al que el SPD afrontó en 1959, cuando aprobó el llamado programa de Godesberg y transformó su perfil de partido obrero en partido popular.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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