Cela escribe una obra de teatro sobre la Generación del 98 para la Comunidad

Madrid - 01 dic 1997 - 00:00CET

La Comunidad de Madrid quiere que los actos que ha preparado para conmemorar el próximo año el centenario de la Generación del 98 no pasen inadvertidos. Para dar el campanazo, el Gobierno regional cuenta con la última obra teatral del premio Nobel de literatura Camilo José Cela.Hacía 18 años que Cela no escribía teatro. Su nueva creación, titulada Homenaje a El Bosco, segunda parte, extracción de la piedra de la locura, o El inventor del garrote, será estrenada el próximo mes de octubre.

El Gobierno de Alberto Ruiz-Gallardón, que ha previsto invertir alrededor de 300 millones de pesetas en los fastos del 98, tan sólo asume una pequeña parte de la Operación Cela. La Administración regional pagará los gastos del teatro donde se estrene la nueva obra del autor y financiará la representación de otros textos fundamentales escritos por los principales autores de la Generación del 98 en diversas salas de teatro repartidas por la Comunidad de Madrid.

La elección del escenario para el que el Gobierno regional quiere que sea el principal acontecimiento cultural del 98 en la Comunidad de Madrid se ha convertido en un problema. Primero se pensó en el teatro Real para dar mayor realce al acontecimiento, pero los compromisos de esta sala impidieron que prosperase la idea.

Descartada esta primera opción, después se fijaron en el teatro Albéniz, de titularidad autonómica, pero esta sala tiene su agenda cargada de estrenos para el año que viene. Los dirigentes culturales de la Comunidad continúan estudiando alternativas para estrenar la última creación del premio Nobel.

La obra se terminó de redactar hace unas semanas. Camilo José Cela, de 81 años, leyó a un auditorio previamente seleccionado, en el que se encontraban el presidente Alberto Ruiz-Gallardón y su consejero de Cultura, Gustavo Villapalos, la ficción del 98. La lectura duró casi dos horas. El lector "no bebió ni una gota de agua", según señalan algunos de los asistentes a tan particular representación teatral.

La velada, celebrada en la casa que el escritor tiene en Puerta de Hierro, en Madrid, fue muy especial. Junto a los atentos políticos, escuchaban a Cela otras personas muy interesadas en la obra: Carmen Balcells, representante literaria del autor de La familia de Pascual Duarte y Viaje a la Alcarria; el director de teatro José Carlos Plaza, encargado de la dirección de Divinas Palabras, ópera de Francisco Nieva y Antón García Abril, basada en la obra valleinclanesca, que abrió la temporada del teatro Real, tras las jornadas de inauguración.

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También estuvo en la lectura de Cela el compositor Cristóbal Halffter, que colaborará en el montaje de la obra sobre la Generación del 98 con varias piezas musicales.

En principio, se barajó la posibilidad de que la creación de Camilo José Cela pudiera ser una ópera, pero se desestimó tras comprobar que la obra estaba cargada de texto.

Plaza podría encargarse de dirigir este Homenaje a El Bosco... que ha inventado el escritor. "He pedido un mes para estudiar la obra", explica Plaza a EL PAÍS. "Es un texto sorprendente y maravilloso. Una visión de la Generación del 98 que llega hasta 1936. Empieza con un gran canto, en mi opinión barroco, y luego pasa a una parte muy literaria, llena de pensamientos", comenta. En la creación de Cela aparecen ángeles, demonios y ahorcados, junto a personajes de la primera y la última fila de la Generación del 98.

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José Luis Gómez, director y fundador del Teatro de la Abadía, centro de formación y exhibición escénica que financia en parte la Comunidad de Madrid, es uno de los profesionales que fue tanteado para encargarse del estreno de la nueva obra de Camilo José Cela.Gómez fue claro y rotundo cuando evaluó la propuesta de trabajo: "Ya le dije en su momento a Gustavo Villapalos, que me habló del tema, que no conozco la obra y no se puede llevar a cabo un proyecto escénico sin conocer el texto y sin estudiarlo. Ni yo ni, supongo, ningún profesional de mi oficio", afirma.

Gómez trabajó en los años setenta como director y protagonista con la versión que Cela hizo de La resistible ascensión de Arturo Ui, de Bertolt Brecht. "Todavía hoy pienso que ese texto pasó la censura franquista porque llevaba la firma de Cela. También tuve la inmensa suerte de interpretar a Pascual Duarte en la película de Ricardo Franco, trabajo por el que recibí importantes premios, por lo que en ningún caso me desagradaría dirigir una obra de Cela, si le veo posibilidades de lograr una comunicación cabal entre tema y público", afirmó. Gómez también rechazó recientemente la puesta en escena de un Lorca musicado que se iba a estrenar en el auditorio Manuel de Falla de Granada porque no tenía posibilidad de escuchar la música.

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