De las superproducciones a los montajes alternativos
Para Mario Gas el teatro no es más que un reflejo metafórico del ser humano y de una sociedad: "De ahí que en el teatro también se reproduzcan las diferentes clases y dentro de la familia teatral haya estratos y maneras muy diferentes de entender este oficio". Un oficio que parece haber revelado el eclecticismo de Gas, que transita tanto por superproducciones operísticas o teatrales, como por proyectos de pequeño formato adscritos a movimientos alternativos.
"No soy ecléctico, sólo busco diferentes caminos para hacer cosas que conectan con el sentido que tengo del teatro al que considero un medio de comunicación vivo, con el que uno se plantea, a las veras o a las bromas, incógnitas, situaciones y conflictos del ser humano". Desde esa postura trata de plasmar su visión en muchos lugares diferentes: "Pero eso no es ser ecléctico, es sólo no querer pertenecer a ningún tipo de capillas", dice.
Director de élite, Gas también acude a la llamada de profesionales de circuitos más marginales: "En estos momentos estoy pensando en formas asociativas menores con gente que nos podamos entender bien".