El Parlamento iraquí pide a la ONU que acabe sus controles en seis meses
El ministro iraquí de Asuntos Exteriores, Mohamed Said al Sahaf, precisó ayer que los miembros de la comisión de desarme de la ONU (UNSCOM) estaban excluidos de la invitación a visitar los palacios de Sadam Husein formulada el día anterior. Conocida la aclaración, Washington reiteró que los inspectores de la UNSCOM deben tener acceso sin condiciones "a todos los lugares sospechosos". El Parlamento iraquí pidió que dicha comisión concluya su trabajo en seis meses para permitir el levantamiento de las sanciones.
La redacción del texto con el que a última hora del miércoles se hizo el anuncio de la invitación era intencionadamente ambigua. En él se hablaba de abrir los lugares presidenciales a "representantes de los países miembros de la UNSCOM y del Consejo de Seguridad" que podían ser "expertos y diplomáticos". Nada se decía de los inspectores actualmente destinados a verificar el desarme efectivo de lrak.Preguntado durante una conferencia de prensa sobre la posibilidad de que los países invitados designaran a los propios inspectores, Sahaf respondió: "En absoluto". "Se tratará de personas elegidas por sus Gobiernos, pero no estarán relacionadas con la UNSCOM", precisó el ministro, quien sugirió que los países envíen "científicos" tales como profesores "de química o de biología".
"Corno ya lo dijimos y como el Consejo de Seguridad [de la ONU] lo dijo unánimemente y sin ambigüedad, los inspectores de la UNSCOM deben ser autorizados a hacer su trabajo y deben beneficiarse de un acceso sin condiciones ni impedimentos", declaró un alto responsable de la Casa Blanca.
Los inspectores de la UNSCOM prosiguieron ayer sus trabajos, que se desarrollan sin trabas desde su regreso el pasado sábado. De todas formas, hasta el momento no han intentado acudir a ninguno de los lugares calificados de "delicados". Según Washington, hay 78 "Iugares. presidenciales" prohibidos a la comisión de desarme; en tanto que Bagdad afirma que sólo le están vedados tres sitios.
"Las acusaciones de Estados Unidos sobre la presencia de armas en los palacios intentan distraer la atención de la opinión pública del asunto principal que es el levantamiento del embargo", aseguraba ayer el diario oficial Al Zaura.
Así lo entienden también los miembros del Consejo Nacional (Parlamento) que ayer pidieron a la UNSCOM que concluya su trabajo en un plazo máximo de seis meses, para preaparar el camino al levantamiento de las sanciones impuestas hace siete años a Irak por la ONU.
"Irak ha llevado a cabo todas sus obligaciones relativas a las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU [de destrucción de armas], por lo que no hay motivos para mantener el bloqueo", argumentó el presidente del Consejo, Sadum Hamadi, al dar a conocer su postura.
Los 250 miembros del Parlamento iraquí tiene un escaso poder legislativo. Sin embargo, el mes pasado fueron los miembros del Consejo quienes "recomendaron" la expulsión de los expertos estadounidenses.
El Gobierno iraquí está presionando también en otros frentes. A punto de que concluya el acuerdo semestral conocido como petróleo por alimentos, sus representantes han manifestado a los negociadores de la ONU que no están dispuestos a renovarlo si no se solucionan los problemas que encuentran para que se aprueben sus contratos de compra, entrega de mercancías y cartas de crédito. Para la próxima renovación, el 5 de diciembre, el secretario general de la ONU, Kofi Annan, estaba considerando aumentar de 2.000 millones de dólares a 3.000 millones la cantidad por la que Irak puede vender petróleo para comprar alimentos y medicinas.
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