López Cobos dice que el Real "sufre los males" de mezclar cultura y política

Jesús López Cobos, el director de orquesta que hace nueve años abandonó la Orquesta Nacional de España (ONE) cansado, entre otras cosas, de injerencias políticas, censuró ayer en Sevilla el balance inicial del Teatro Real. "Todos los males de mezclar política y cultura se han dado aquí. Peor no se podía hacer. Es una vergüenza y una pena, y ha sido, en todo el mundo, un auténtico hazmerreír", dijo.

El director mantuvo un encuentro organizado por la Asociación de Amigos de la Orquesta Sinfónica de Sevilla, la segunda formación española que dirige -hoy y mañana, en el Teatro de la Maestranza- tras abandonar la ONE, cuando anunció que no volvería a dirigir una orquesta española. "Me refería a ser titular. Y lo sigo pensando", matizó López Cobos.El director de orquesta lamentó que en la gestación del nuevo Teatro Real se hayan perdido "no sólo muchos años, sino a toda una generación de cantantes españoles que ahora ya no están en su mejor momento" y recordó que, sólo hace 10 años, cuando él aireó la situación agónica del Teatro Real tras lograr penetrar en su escenario -que llevaba cerrado bajo llave varios años- ya hubo un proyecto para recuperar el coliseo lírico que sólo habría costado unos 2.000 millones de pesetas en una obra de año y medio. "De ahí a tardar, 10 años y gastarse 21.000 millones... ¡Se han pasado!", exclamó López Cobos.

Ahora, López Cobos ya no se ve dirigiendo con estabilidad en el Real. "¡Necesitaría muchísima diplomacia, muchísima energía, muchísimas ganas de pelear!", explicó a un público de melómanos. Tras trabajar 19 años en la Opera de Berlín -donde firmó 700 funciones de 56 títulos del repertorio operístico-, López Cobos se hizo cargo de la Sinfónica de Cincinatti y de la Orquesta de Cámara de Lausana, en Suiza. En Estados, Unidos, el director español ha conocido otro modelo de gestión sinfónica, profesional y despolitizado, que ejemplificó en una anécdota, aparentemente simple pero muy gráfica: "En los años que llevo en Cincinatti sólo he saludado al alcalde de la ciudad dos o tres veces".

En España -cuyo nuevo mapa sinfónico valoró mucho: "Esta Orquesta de Sevilla, por ejemplo, es magnífica", dijo-, sin embargo, las orquestas "siguen dependiendo demasiado de los Políticos. Y eso es muy negativo", observó, ratificándose en un diagnóstico que ya proclamó cuando abandonó la ONE.