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DIVULGACIÓN EXPOSICIONES

Tesoros de la ciencia y la tecnología

Catorce años después de su creación, el Museo Nacional de Ciencia y Tecnología se asoma a la luz pública. Alrededor de 200 piezas de notable valor histórico y científico integran la exposición Abriendo las puertas de la ciencia, desplegada en la actual sala de exposición del museo, situada en la antigua estación ferroviaria de Delicias, en Madrid.Un astrolabio flamenco de 1560, una esfera armilar de 1760, un fonógrafo de 1878, una linotipia de 1920 y un automóvil Panhard Levassor de 1915, sin descuido de las invenciones españolas, son algunos de los notables mojones del paseo por la historia de la ciencia y la tecnología propuesto en este centro, dependiente del Ministerio de Educación y Cultura. Introduce el recorrido un original panel donde se explica al público la historia del museo y el porqué del hiato abierto entre su creación, en 1980, y su reciente apertura: allí se detallan los penosos trabajos preparatorios de reunión y catalogación del auténtico tesoro científico, integrado por las más de 9.000 piezas de los fondos actuales, recolectados mediante un arduo proceso de pesquisa en diversas instituciones académicas estatales.

Museo virtual

De la mano de la apertura de este museo ha llegado la del Museo Hispano de Ciencia y Tecnología, flamante institución cuya característica más llamativa es la de. no existir, al menos materialmente. Sí, las salas de dicho museo se despliegan en el ciberespacio, pues se trata nada menos que de un museo virtual, el cual permite a través de Internet la consulta de los fondos relacionados con la ciencia y la técnica localizados en los distintos museos y establecimientos afines del país (interesados, consultar la dirección: hitp://mhct.dit.upm.es).Como la mayoría, la exposición ahora abierta en Madrid resalta por su vocación didáctica, reforzada por la presencia de los componentes interactivos de rigor en la museología de la ciencia. Al parecer, la apuesta en ese sentido no ha sido en balde: el aluvión de solicitudes llegadas de los colegios madrileños ha agotado el calendario de visitas escolares, según explica su responsable, María Josefa Jiménez. El éxito en la convocatoria podría llevar a ampliar la muestra, que iba a durar hasta enero.El visitante no puede dejar de observar que el recinto disponible (apenas 1.000 metros cuadrados) le queda demasiado chico al museo. Esta estrechez es lamentada por Jiménez, quien desearía contar con una sede más holgada a fin de montar algunos de los fondos más impresionantes, tales como una azucarera andaluza completa o las rotativas de 1916 pertenecientes al alicantino diario Información.

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