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Winnie Mandela acude a declarar ante la comisión que le atribuye ocho asesinatos

Cuarenta y tres testigos comenzaron ayer a declarar sobre la presunta implicación de Winnie, ex esposa del presidente surafricano, Nelson Mandela, en ocho asesinatos y una decena de delitos "menores". Los testigos fueron convocados para tratar de establecer lo fundado de una sospecha que ha suscitado la mayor tempestad política desde la supresión en 1994 del régimen de segregación racial en Suráfrica.

Una Winnie sonriente e inusualmente puntual se presentó ayer a la cita acompañada de decenas de simpatizantes con el puño en alto. Cerca de 200 periodistas esperaban a una mujer cuyo peso político temen sus correligionarios del gubernamental Congreso Nacional Africano (CNA).Winme entró por una puerta trasera a la sede en Johanesburgo de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación, que trata de esclarecer los crímenes de carácter político cometidos durante la época del apartheid (sistema de segregación racial).

Casi 10.000 personas han comparecido ante esa instancia desde su creación en 1994, pero dos circunstancias hacen peculiar este caso del resto. Winnie sigue siendo el dirigente político más popular del país después de su ex marido, y no ha solicitado la amnistía que los comparecientes suelen pedir y que la comisión siempre concede si los acusados reconocen su culpabilidad.

Las ocho personas presuntamente asesinadas por los guardaespaldas de Winnie y por inducción de ésta eran confidentes deja policía o supuestos delatores, lo que a ojos de buena parte de la población negra justifica los crímenes.

No es ésa la opinión de la mayoría de los dirigentes del gobernante Congreso Nacional Africano, que teme que la populista Winnie trate de controlar el partido y el Gobierno tras la anunciada retirada de Nelson Mandela en 1999.

La presidenta de la Liga Femenina y líder del sector más radical del CNA se ha postulado para ocupar la vicepresidencia del partido, en contra de la candidatura oficial, encabezada por Jacob Zuma.

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Desde la vicepresidencia del CNA, Winnie podría aspirar a desempeñar la del Gobierno y, después, la jefatura del Estado, lo que la línea moderada del partido no parece dispuesta a tolerar bajo ningún concepto.

Ministros, altos funcionarios y antiguos compañeros de la lucha contra el régimen segregacionista surafricano figuran entre los testigos, a quienes el dirigente del CNA en Zululandia, S'Sbu Ndebele, animó el pasado fin de semana a hablar "alto y fuerte"."Ha llegado la hora de que digamos lo que pensamos de Winme y de decir en público lo que sólo se hace en privado. Hay que defender la unidad y el futuro de nuestra organización", les instruyó. Varios de los testigos citados declinaron, no obstante, la invitación a comparecer, y en medios políticos locales se asegura que por temor.

Testimonio decisivo

La persona cuya declaración puede condenar definitivamente a Winnie sí que comparecerá en cambio ante la Comisión, y con riesgo de su integridad física, según permite sospechar el número de policías que se encarga de su seguridad. Katiza Cebelhulu reside desde hace años en Londres con identidad falsa, y sorprendió a todos al viajar el domingo a Johanesburgo para acudir ayer puntualmente a la cita ante la Comisión. El testimonio de Cebekhulu, un ex guardaespaldas de Winnie arrepentido, ha servido para escribir un libro, El viaje de Katiza, cuya publicación destapó la mayoría de las acusaciones contra Winnie.El testigo afirma en el texto e fue la propia Winnie quien n un objeto punzante acabó con la vida del joven de 14 años Stompei Seipei, presunto confidente de la policía segregaciosta.El de Cebekhulu es el único testimonio que acusa a Winnie como autora material de uno de los crímenes, y el testigo se presentó ante la Comisión con mayor premura incluso que su antigua protegida.

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