Aznar admitió, ya en Moncloa, que "exageró" contra el 'medicamentazo'

El PP no sólo no está ahora contra el medicamentazo, la exclusión de una serie de fármacos de los recetables gratuitamente por la Seguridad Social, sino que encuentra cada día nuevos argumentos para justificar esta impopular medida que en su día tanto criticó. Las medicinas que ahora son "terapéuticamente irrelevantes" eran "indispensables" cuando el PP estaba en la oposición. Hasta el presidente del Gobierno, José María Aznar, admitió hace poco más de un año a los 17 diputados del PP en la Comisión de Sanidad que este partido había "exagerado" contra el decreto aprobado en 1993 por el Gobierno socialista.La dirección del PP ha distribuido ahora por toda su estructura regional un documento ideológico para sustentar su cambio de posición con ideas tan contundentes como la revelada ayer por el coordinador general del partido, Ángel Acebes, tras el comité ejecutivo nacional: "El PP y el Gobierno afrontarán este año en los presupuestos el mayor incremento de la financiación de la sanidad pública de los últimos años". Acebes lo cifró en 380.000 millones de pesetas.

El PP entiende, como remarca su argumentario oficial sobre el modelo de la financiación de la sanidad, que el medicamentazo del Gobierno socialista sólo pretendía un ahorro para las arcas públicas mientras el suyo servirá para incrementar el gasto en sanidad.

El propio Aznar admitió, en un desayuno al que invitó a 17 diputados del PP en La Moncloa el 24 de septiembre de 1996, que el decreto de exclusión de determinados medicamentos podía ser bueno para el mantenimiento del sistema. Luego les pidió "tranquilidad" para "reconducir" la situación ante la confusión que podía crearse en el futuro.

Acebes avanzó ayer, por otro lado, que la intención del PP es que este modelo se apruebe en el Consejo de Política Fiscal de acuerdo con las comunidades autónomas.

Agotar la legislatura

El coordinador del PP desmintió, por otra parte, que este partido o el Gobierno de Aznar hayan pactado hasta ahora ningún calendario electoral con CiU o con el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol. Acebes indicó de nuevo que la voluntad de Aznar y del PP es "agotar la legislatura" y negó que hubiera conversación o negociación abierta alguna en sentido contrario. El dirigente popular tampoco vislumbra razones o motivos para ningún adelanto y recalcó que el Gobierno tiene asegurada la estabilidad.El PP sólo se siente responsable sobre la capacidad de Aznar de fijar la fecha de las elecciones generales. El resto son, para Acebes, especulaciones que en el caso del presunto adelanto de las catalanas sólo afectan a Pujol.