La presidencias sólo admite cinco de las 27 enmiendas españolas al documento final
El Gobierno español sólo ha logrado introducir cinco de sus 27 enmiendas al proyecto de acuerdo redactado por la presidencia luxemburguesa. Sólo una tiene verdadera trascendencia, la polémica exigencia de que España se beneficie de una exclusión de los acuerdos de la cumbre en materia. de paro juvenil y de larga duración.El otro éxito de José María Aznar ha sido reducir a un "se esforzarán por incrementar" el texto referido a que los países "incrementarán sustancialmente el número de personas que puedan acogerse a medidas activas" de inserción profesional. Las otras tres enmiendas aceptadas no eran conflictivas. Se trataba de involucrar más a los agentes sociales, aludir a los discapacitados y dejar en un menos vinculante "se esforzarán por incrementar" lo que en el texto era un "incrementarán [...] las posibílidades de acceso a servicios de guardería y de asistencia'.
Contrasta un rosario de propuestas rechazadas. Las declaraciones de los portavoces españoles y de otras delegaciones de que se estaban realizando pocos cambios de detalle sobre el texto inicial hacen pensar que prácticamente ninguna de las otras- enmiendas fue asumimida por los Quince, aunque eso no se podrá comprobar con exactitud hasta que se haga público el texto definitivo.
Entre los fracasos más sonados para José María Aznar figura el no haber logrado evitar que se compare el nuevo ejercicio de control multilateral del paro con el proceso de convergencia puesto en marcha para el euro. No ha logrado tampoco reducir a meras recomendaciones lo que en el texto eran exigencias imperativas.
Se ha rechazado la pretensión española de convertir en "orientaciones" lo que en el texto son "objetivos". No ha logrado que se diga "se esforzarán en" donde decía Ias directrices deberán incluirse en planes nacionales para el empleo". Se mantiene el imperativo Ios Estados miembros 'elaborarán estrategias preventivas", preferido al más descafeinado "se invita a los Estados miembros a que elaboren estrategias preventivas".
Otro fracaso, éste de gran calado, es la declaración en favor de examinar "la conveniencia de crear una tasa sobre la energía o sobre las emisiones contaminantes", que España quería eliminar a toda costa. Tampoco ha eliminado la presidencia la referencia a reducir el IVA en ciertos sectores, que España quería convertir en "se analizará el desplazamiento de la carga fiscal hacia aquellos hechos imponibles que no penalicen ni la generación de empleo ni el ahorro". Tampoco ha conseguido eliminar la alusión a la conveniencia de estudiar la reducción del tiempo de trabajo, que Aznar quería transformar en "reordenación del tiempo de trabajo", con el, objetivo de "no prejuzgar el resultado de la negociacion".
Tampoco se ha logrado alterar la redacción referida a la concesión de nuevas oportunidades de empleo a los jóvenes, que el Góbierno quería modificar para que la obligación. de ofrecer una oportunidad se transformara en una más voluntarista referencia a que "lo que deben hacer los Estados es que los jóvenes tengan más oportunidades de empleo".Se ha quedado también en la orilla la pretensión de que los Estados miembros estudien "formulas de modificaciones fiscales y de las cotizaciones sociales que sean especialmente favorecedoras de la reinserción social de los jóvenes". Tampoco ha prosperado la referencia a ligar los subsidios a la aceptación de un puesto de trabajo o formación ni la de "dar mayor atención a la lucha contra el fraude". Tampoco la idea de que no hubiera un objetivo cifrado sobre el porcentaje de parados que han de recibir formación, aunque Alemania consiguió reducirlo del 25% al 20%.
Fracasó también en el intento de realzar las necesidades de financiación de las pequeñas y medianas empresas o en el de evitar, una vez más, un imperativo, en este caso referido a que "cada Estado se fijará el objetivo de reducir progresivamente la presión fiscal". España quería suavizarlo y dejar: "Cada Estado miembro estudiará la oportunidad de reducir progresivamente la presión fiscal".
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