"Sin memoria no hay identidad democrática"
Si la iniciativa política de la sociedad civil española tuviera un nombre propio, muchos le pondrían el nombre del intelectual valenciano José Vidal Beneyto, nacido en Carcaixent hace 68 años. Desde la adolescencia, su sentido crítico y su inquietud le convirtieron luego en un científico social comprometido con su tiempo y con su pueblo. Vidal Beneyto fue y es uno de los hombres que, desde fuera de los partidos políticos, más ha batallado en nuestro país por la democracia. Desde 1951, año en que un primer exilio en Francia le puso en contacto con los ideales ilustrados, él no ha cesado un solo día de pelear por conseguir y afianzar para España un sistema de libertades; tanto desde la iniciativa civil, como desde la cátedra universitaria y la actividad en los foros internacionales, señaladamente desde Europa, a cuya causa ha consagrado su otra media vida. Ahora dirige Cultura y Disidencia, que tiene por escenario el Círculo de Bellas Artes de Madrid. El evento reúne a literatos, cineastas, artistas, humoristas, dramaturgos, abogados y periodistas. Se engloba dentro del proyecto Memoria. Democrática, una iniciativa ideada por él con apoyo del Colegio de Políticas y Sociología, para contribuir a recuperar el pasado democrático.Pregunta. ¿En qué consiste Memoria Democrática?
Respuesta. Es sencillamente la reivindicación del pasado democrático que precedió a la transición. La necesidad de la reconciliación, pero también ciertas formas perversas, produjeron un sepultamiento del pasado que queremos ahuyentar reflexionando ahora en libertad sobre aquel proceso del que se apropió el poder político posfranquista.
P. ¿Con qué propósito surge su iniciativa?
R. Con el de demostrar a los jóvenes que la democracia no fue algo otorgado. Fue una conquista de muchos españoles quienes, antes de morir Franco contribuyeron decisivamente a democratizar la sociedad española.
P. ¿Qué proponen?
R. No proponemos revanchas, ni medallas, ni victimismos, ni actitudes justicieras. únicamente queremos dar noticia de una lucha, a veces heroica, a veces cotidiana, que poco a poco fue conquistando espacios de libertad en los cuales la democracia española halló un escenario para nacer, vivir y desarrollarse.
P. ¿A qué precio se logró?
R. Unos pasaron veinte años en la cárcel; otros fueron perseguidos, pagaron multas, sufrieron censuras y adversidades distintas. Pese a todo, se consiguió la libertad.
P. ¿Cuál es el mensaje?
R. Queremos que los jóvenes no vean sólo las carencias de la democracia, sino su valor esencial para la convivencia y la necesidad de su participación. Pero sin memoria democrática no hay identidad democrática.
Cultura y disidencia. Círculo de Bellas Artes. Marqués Casa Riera, 2.
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