Clinton avisa que la mediación de Rusia no excluye una acción militar en Irak
La cita estaba prevista para las dos de la pasada madrugada. El ministro ruso de Asuntos Exteriores, Yevgueni Primakov, logró el compromiso de sus homólogos británico, francés y de EE UU para reunirse en Ginebra y estudiar de forma conjunta el plan de Moscú para resolver la crisis con Irak. Hasta ese momento, no había cambios conocidos en las posturas de los principales actores del conflicto, EE UU e Irak. Bill Clinton declaró que la única solución aceptable es el total respeto por Bagdad a las inspecciones de desarme.
"Irak tiene que cumplir con la unánime voluntad de la comunidad internacional y dejar que los inspectores reanuden su trabajo para impedir el desarrollo de un arsenal iraquí de armas nucleares, químicas y biológicas", afirmó el presidente Bill Clinton desde la Casa Blanca: "Éstas son las condiciones: ni más ni menos", añadió.Tanto Robin Cook (Reino Unido) como Hubert Vedrine (Francia) se encontraban a primera hora de la noche de ayer en la ciudad suiza, una de las sedes de Naciones Unidas. La secretaria de Estado, Madeleine Albright, acortó su visita oficial a India y era esperada a medianoche. Vedrine se entrevistó con Primakov y con Cook antes de la prevista reunión cuatripartita. El ministro español de Exteriores, Abel Matutes, expresó su apoyo a los esfuerzos rusos para poner fin al conflicto sobre las inspecciones de armas en Irak.
El plan de Moscú que ha llevado Primakov a Ginebra prevé el cumplimiento de las resoluciones de la ONU por parte de Bagdad, que también estaría dispuesto a no objetar la presencia de estadounidenses en la Comisión Especial de la ONU para controlar el desmantelamiento de las armas de destrucción masiva (UNSCOM), aunque Irak querría que el número de los representantes de EE UU fuera acorde con el de los otros miembros permanentes del Consejo de Seguridad.
Bagdad, naturalmente, daría luz verde a los vuelos de los aviones espías de EE UU U-2, aunque en estas misiones de control también podrían participar aviones de Francia y el Reino Unido. Al mismo tiempo, el plan ruso contempla una suavización del embargo decretado por la ONU contra Irak. Bagdad vería así ampliado el volumen de comercio que puede realizar bajo la fórmula petróleo por alimentos y medicinas. Por último, la ONU daría por finalizadas las investigaciones sobre posibles misiles nucleares, y balísticos en poder de Irak. Estas son, en líneas generales, las proposiciones que debían discutir hoy de madrugada Primakov con sus colegas.
Antes de partir hacia Ginebra, Primakov mantuvo dos conversaciones telefónicas con Albright, una con Cook y otra con Vedrine. El jefe de la diplomacia rusa también habló por teléfono con su homólogo egipcio, Amer Musa, y envió un mensaje al minstro chino de Exteriores, Qian Qichen.
Mientras tanto en Nueva York, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas volvió a reunirse para evaluar los acontecimientos de última hora tras la expulsión de los inspectores de armas de Irak. La ausencia de un comunicado parecía indicar que ese órgano de la ONU trataba de hacer tiempo a la espera de la reunión en Ginebra. Sin embargo, y a pesar de las expectativas de resolución abiertas por la propuesta rusa, el embajador de EE UU ante Naciones Unidas, Bill Richardson, adelantó que "no se puede poner en compromiso a la UNSCOM [la comisión que realiza el control de las armas en Irak]" y que "Irak debe dar marcha atrás".
En Nueva York se ha criticado mucho la decisión casi unilateral de Richard Butler, el responsable de la UNSCOM, de retirar a la práctica totalidad de los inspectores de Irak como protesta por la orden de Bagdad de expulsar a sus integrantes estadounidenses. Este gesto de "o todos o ninguno" lo que ha hecho en la práctica es terminar por completo las operaciones de inspección de armamento en el territorio iraquí. Washington y Londres quieren que Butler vuelva a mandar inspectores a Irak, sean de la nacionalidad que sean, y de ello se suponía que trataban las conversaciones en la ONU.
EE UU, que tiene ya al menos 300 aviones en la región del golfo Pérsico, lanzó ayer una inusual "advertencia mundial" a sus ciudadanos en el extranjero para que estén alerta ante la posibilidad de que se produzcan actos violentos por la combinación de circunstancias en Oriente Próximo.
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