Una rebelión interna amenaza la jefatura de Benjamín Netanyahu en el Likud
Disidentes en las filas del Likud, el partido del primer ministro israelí Benjamín Netanyahu, están tramando arrebatarle el control de la formación política, según Ron¡ Milo, alcalde de Tel Aviv, quien declaró ayer a la emisora del Ejército que "hay serios movimientos en marcha y habría que esperar cambios políticos radicales". Según Milo, "muy altos" miembros del Likud, hartos del liderazgo de Netanyahu, están tratando de reunir una mayoría de congresistas para organizar una rebelión parlamentaria que deje al primer ministro sin partido.En el Parlamento israelí, que tiene 120 escaños, Netanyahu encabeza una coalición formada por tres partidos y 32 parlamentarios, 22 de los cuales pertenecen al grupo Likud. Doce de estos congresistas podrían constituirse en mayoría y tratar de apoderarse del partido. Según Milo, otra posibilidad es que una minoría rompa filas y forme una nueva agrupación política.
En opinión del analista político Yaron DekeI, las posibilidades de que un movimiento de este tipo tenga éxito son "escasas", en parte porque los disidentes están divididos en cuanto a su elección de líder. "Netanyahu ya ha demostrado que es un gran superviviente, así que yo creo que podría sobrevivir a esta crisis, pero no estoy seguro de que resista todo su mandato hasta el 2000", aventura Dekel.
Los ecos del descontento en los círculos dirigentes del Likud salieron a la luz y se convirtieron en abierto desafío después de una turbulenta convención, la semana pasada, en la que se advirtió un intento de Netanyahu para reforzar su propio poder en el seno del partido. "Si Netanyahu. continúa dirigiendo el Likud, acabará hundiéndolo" en opinión del ex ministro Benny Begin.
Incluso el influyente ministro de Defensa, Isaac Mordechai, que ha permanecido públicamente fuera de la refriega que se cierne sobre Netanyahu, unió su voz al coro de críticas: "En los últimos días he atravesado momentos muy difíciles, momentos de vacilación que no han sido pequeños y que han llegado a afectar a mi trayectoria personal".
Algunos congresistas del Likud han acusado a los disidentes de "dar golpes bajos" a Netanyahu mientras está en el extranjero. "Llegamos al poder", dice Gidon Ezra, "gracias a él. No tenemos derecho a hacer esto. Yo fui elegido para servir a este movimiento, no para dividirlo".
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