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TRAGEDIA EN BADAJOZ

Cuatro desaparecidos por la tromba de agua en Badajoz, entre ellos una niña de 7 años

La resaca de la tragedia del jueves en Extremadura continuó ayer con la búsqueda de otras posibles víctimas de la riada que se cobró 21 muertos en un barrio obrero de Badajoz y en el cercano pueblo de Valverde de Leganés. Se han presentado al menos cuatro denuncias por la desaparición de otras tantas personas, entre ellas una niña de siete años. El presidente extremeño, el socialista Juan Carlos Rodríguez Ibarra, pidió que no se buscaran culpables de la catástrofe -"El único responsable soy yo", llegó a decir- y, se quejó de su falta de competencias para ordenar medidas de emergencia. Por su parte, el alcalde de Badajoz, Miguel Celdrán (PP), clamaba que la tragedia pudo haberse evitado.

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Los desaparecidos son el matrimonio formado por José Méndez Sánchez y Antonia Herrero Piñero, los dos de unos 70 años; la niña de siete años Ana Duarte, y Félix Sánchez Jaramillo, de 38. Al parecer los cuatro vivían en la barriada pacense del Cerro de los Reyes, la más afectada por el temporal y donde murieron 18 de las 21 víctimas -las otras tres fallecieron en Valverde de Leganés-. En la búsqueda, hasta anoche infructuosa, participaron incluso equipos de buzos que se dedicaron a rastrear las zonas afectadas.Ayer se volvieron a vivir momentos de pánico en esas dos poblaciones. Hacia las dos de la tarde la lluvia volvió a arreciar sobre Badajoz, poco antes de que se iniciaran los funerales por las víctimas en el polideportivo de La Granadilla, así como en Valverde de Leganés, a 20 kilómetros, aunque el temporal cesó a los 20 minutos sin mayores consecuencias.

Los técnicos barajan que la causa de la avalancha de agua pudo ser provocada por un tapón en algún punto del arroyo Calamón, que creció más de cuatro metros en apenas hora y media. Dos equipos de los GEO, tres helicópteros del servicio Aéreo de Rescate y dos de la Junta, así como 200 miembros del Ejército trabajan para restablecer la normalidad y ayudar a los afectados, a los que se sumaron más de 4.000 personas. Las ayudas humanitarias llegaban ayer a Extremadura procedentes de toda España. Los voluntarios de la Cruz Roja en algunos pueblos pedían sobre todo linternas, comida y ropa para bebés, leche y mantas. Mientras, algunas patrullas se dedicaban a vigilar los lugares más afectados para impedir el saqueo y el pillaje.

Rodríguez Ibarra señaló ayer en declaraciones a Iñaki Gabilondo, que realizó su programa Hoy por Hoy en directo desde la zona de la tragedia, que "la Junta de Extremadura tiene competencias en Protección Civil, pero no tiene ni un sólo medio para poderlas ejecutar como cualquier comunidad autónoma". El presidente extremeño insistió: "Yo no puedo levantar el teléfono y darle una orden al Ejército para que desaloje unas viviendas, porque el Ejército no acepta mis órdenes; acepta las órdenes que le llegan desde sus mandos naturales, que es el Gobierno central. No puedo levantar el teléfono y ordenar a la Guardia Civil que ejecute cualquier acción, porque la Guardia Civil atiende simplemente las órdenes que le da el delegado del Gobierno. No puedo levantar el teléfono y decirle a la Policía Nacional que acote una calle, porque la Policía Nacional no acepta órdenes del presidente de la comunidad autónoma".

Rodríguez Ibarra, tras reiterar que asume la responsabilidad de la catástrofe, dijo que avisó a todos los alcaldes de la región de que se avecinaba "una borrasca peligrosa" para que tomaran las medidas que se considerasen oportunas. "Es la única acción que puedo realizar", añadió.

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El alcalde de Badajoz, sin embargo, aseguraba que las muertes "posiblemente se podrían haber evitado". Celdrán admitió que desconoce las causas que originaron la tragedia, pero llamó la atención sobre que la tromba de agua descargó durante hora y media y pasado ese tiempo el río recobró su normalidad.

Un panorama desolador

Si la barriada de Cerro de los Reyes y Valverde de Leganés ofrecen un panorama desolador, en el campo extremeño se puede contemplar un engañoso esplendor en la hierba, salpicado de pequeños lagos. Pero bajo esas aguas, se esconden putrefactos miles de millones de pesetas. Dirigentes de la organización agraria Asaja no dudan en afirmar que se trata de la mayor catástrofe en 50 años.Hasta el momento no existe una evaluación, pero todo apunta a que será cuantiosa. En un primer sondeo, la patronal agraria cree que la pérdida de una explotación de tipo medio puede estar en torno a los tres millones de pesetas. Maíz, arroz, cereales de invierno, tabaco, higos, aceitunas, bellotas y ganadería son los sectores más perjudicados.

En muchos casos será necesario reponer la tierra fértil perdida o que subyace bajo las aguas. El temporal arrasó huertas, parcelas de regadíos, plantaciones hortofrutícolas, campos de arroz y maíz. La riada se llevó bajo sus aguas centenares de cabezas de ganado y buena parte de la cosecha de tabaco que aún restaba por recoger. Aguas abajo de los embalses que abrieron sus puertas, y en los cauces que se desbordaron, numerosas plantaciones resultaron también dañadas.

A las expresiones de solidaridad de toda España se sumaron las del mundo del deporte. El presidente del Real Madrid, Lorenzo Sanz, anunció que su equipo jugará un partido amistoso en Extremadura a beneficio de las víctimas. En ese encuentro el conjunto blanco, se enfrentará a una selección de jugadores que militan en clubes extremeños.

Por su parte, la Federación Extremeña de Fútbol ha declarado luto oficial en todas las categorías del fútbol regional para la próxima jornada de Liga. Los jugadores de los equipos extremeños portarán brazaletes negros y en todos los estadios se guardará un minuto de silencio por las víctimas del temporal.

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