Bioética
Una servidora lee en los medios de comunicación noticias tan alarmantes y lastimosas como la reproducción de embriones de ranas sin cabeza y cola en el Reino Unido, impulsadas por Jonathan Slack, y me entran escalofríos en el alma. Por otra parte, la comunidad científica se muestra cautelosa pero no adopta ninguna actitud condenatoria, más bien acepta "el todo vale" como si la ciencia tuviera patente de corso para adentrarse en caminos de fabricación de quimeras, de probable rentabilidad económica pero que atentan a la dignidad de nuestra especie. Los científicos pecan por acción u omisión, y yo invitaría a los disidentes a que se manifiesten frente a estos experimentos que dañan la bioética y nos exponen a desconocidos riesgos.Urge trazar unos límites legales internacionales, ya que ese camino podría -ojalá nunca sea- llevarnos a la selección de razas humanas puras, es decir, a un neonazismo.-
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