Los integristas del rey
., "Nos oponemos a la celebración de estas elecciones, al tratado de paz con Israel, pero estamos con el rey". Con estas frases Jamel Abu Baker, portavoz del movimiento islamista Hermanos Musulmanes, la más importante organización cívica y política de Jordania, trataba de clarificar y definir la posición de su organización respecto de unos comicios que boicotearon ayer.
La abstención electoral de los Hermanos Musulmanes y de su brazo político, el Frente de Acción Islámica, se encuentra apoyada por ocho pequeños partidos izquierdistas o panarabistas como el Frente del Partido Constitucional Árabe Jordano, el Partido del Futuro o el Partido Unido Popular de la Jordania Democrática. Las razones con las que se argumenta esta abstención están recogidas en un memorándum titulado ¿Por qué los hermanos musulmanes boicotean las elecciones parlamentarias de 1997? En el escrito reivindican como alternativa un programa de siete puntos en el que se incluyen la modificación de las leyes electorales, la separación entre el poder ejecutivo y el legislativo, la cancelación de la actual ley de prensa, la anulación de las relaciones con Israel y el establecimiento de instrumentos políticos para poner fin a la corrupción.
Todas estas críticas, expuestas en tono moderado, no impiden que los Hermanos Musulmanes se definan monárquicos hasta la médula, fieles seguidores del rey Hussein, de la monarquía hachemí y que aseguren continuar, aunque fuera del Parlamento, dentro del sistema. Pero, sobre todo, Jamel Abu Baker, rechazaba ayer taxativamente cualquier tentación radical o violenta de los Hermanos Musulmanes.
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