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DESAFÍO EN EL GOLFO

Sadam Husein propone negociar la crisis de los inspectores y el levantamiento del embargo a Irak

El presidente iraqui, Sadam Husein, trata de rentabilizar la crisis con golpes publicitarios. No es la primera vez. En tres ocasiones, en los últimos cinco años, esta arriesgada partida de póquer terminó en ataque aéreo. Ayer, tras una maratoniana reunión de su Gobierno, Sadam ofreció a las Naciones Unidas una negociación global: inspectores y el levantamiento del embargo. Sabe que la propuesta es de imposible cumplimiento, pero juega con las diferencias entre EE UU, Rusia, China y Francia. Ahora todo queda en manos de la delegación de la ONU que mañana llegará a Bagdad en busca de una solución.

"No hay otra posibilidad que el diálogo y el compromiso claro", reclama Sadam Husein en su comunicado a la comunidad internacional. El texto, difundido a través de la agencia oficial de prensa INA, es el resultado de una larga sesión de Gobierno celebrada en la madrugada de ayer. El diálogo reclamado por Sadam, en un intento de "poner las cosas en orden" y en el "camino correcto". Pero la propuesta tiene truco, incluye la negociación del levantamiento de las sanciones internacionales y del embargo que pesa sobre Irak desde el final de la guerra del Golfo, en 1991.Lo que sobre todo desea cambiar el régimen de Bagdad es la obligación de un certificado previo de los inspectores de la ONU -de que ya no posee armas de destrucción masiva- para poder acceder sin trabas al mercado petrolero mundial. La ausencia de ventas libres de crudo le impide no sólo reconstruir el país a su antojo o dificultar el comercio sin barreras con otras naciones, sino que bloquea sobre todo cualquier intento de rearmar a sus diezmadas Fuerzas Armadas.

La propuesta de diálogo global del régimen iraquí, avanzada ya hace dos días por la prensa oficial, no ha impedido que Sadam Husein tome medidas complementarias de precaución. Ayer nombró a su hijo Uday, de 33 años, que fue víctima hace un año de un atentado terrorista -cuya autoría fue reclamada por la oposición-, máximo responsable de preparar la respuesta adecuada a un eventual ataque estadounidense o de la comunidad internacional. Uday se coloca al mando de las tropas de élite, llamadas fedayines de Sadam, una especie de guardia pretoriana del dictador.

La decisión de Sadam de movilizar a estas tropas bajo el mando de su hijo ha sorprendido sobremanera en medios políticos árabes, ya que, en opinión de muchos observadores, Uday se encuentra aún convaleciente de ese atentado que le dejó semiparalizado. Estos mismos observadores señalan que el hecho de que Sadam Husein recurra a Uday puede ser un síntoma claro de que no confía en ningún general en activo para tan delicada misión. Tampoco es la primera vez que esto sucede, y en el pasado nunca representó una prueba de debilidad en su base de poder.

Inspectores encerrados

Mientras, en Bagdad, los expertos internacionales de la Comisión Especial de Naciones Unidas para el Desarme (UNSCOM), que es la encargada de verificar la eliminación de las armas de destrucción masiva de Irak, decidieron ayer suspender toda su actividad en espera de una solución de la crisis. Se encuentran replegados, por orden de la sede central de Naciones Unidas, en su cuartel general de Canal House Hotel, en Bagdad.Los expertos de la ONU, tres de los cuales son los estadounidenses que deben abandonar el país antes del miércoles, recibieron la orden a las 8.30 de la mañana, tras un pequeño incidente ocurrido en la puerta de acceso de una base de misiles, situada cerca de la capital. En ella, un militar iraquí advirtió a los visitantes de que sólo podrían acceder al recinto los técnicos que no fueran norteamericanos.

El jefe de ese equipo de la ONU se puso en contacto por radio con sus superiores en Nueva York y recibió la orden de regresar a su cuartel en Bagdad. Una recomendación similar se envió a los otros dos equipos de expertos, que se encontraban de camino a otras dos bases de armamentos iraquíes. A pesar de este incidente, el general sueco Nils Carlstrom, responsable de UNSCOM, trató de quitar dramatismo al asunto: "La inspección de hoy [por ayer] fue muy tranquila y pacífica. No hubo amenaza alguna. Lo único que dijimos es que si no se permitía el acceso a los norteamericanos, la inspección sería cancelada".

Estas bases, sospechosas de albergar armamento prohibido, podrían ser el objetivo de cualquier ataque estadounidense con misiles de crucero Tomahawk.

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