La Iglesia cubana aprovecha la próxima visita del Papa para pedir más libertad para su misión"

El arzobispo de La Habana, el cardenal Jaime Ortega, pidió ayer "mayor libertad" para que la Iglesia pueda "ejercer su misión" en Cuba, en una misa celebrada en el cementerio Colón de la capital cubana. Ortega, que desde hace dos meses viene recorriendo las principales parroquias de La Habana como parte de los preparativos de a visita del Papa en enero próximo, se refirió también al papel que la Iglesia quiere desempeñar en el futuro "a fin de promover la reconciliación entre todos los hijos de la nación cubana". El mensaje fue dado a conocer en todas las iglesias de la isla.

El texto fue elaborado durante la última asamblea de la Conferencia Episcopal cubana, que se celebró en La Habana entre el 27 y 30 de octubre, después de que el Gobierno cubano diese el visto bueno a algunas de las peticiones que la Iglesia había solicitado a las autoridades para preparar la visita del Papa.Entre éstas están el acceso a los medios de comunicación y el "apoyo logístico" del Estado para asegurar que decenas de miles de cubanos puedan asistir a las cuatro misas que oficiará Juan Pablo II en La Habana, Santiago de Cuba, Santa Clara y Camagüey.

El sábado, mediante una nota de prensa, la Comisión Central Eclesial dio a conocer que el Gobierno cubano se había comprometido a facilitar "los recursos necesarios [tanto como lo permitan las limitaciones materiales del país]" para asegurar el transporte de los fieles hacia los lugares de las misas, incluidos autobuses, camiones y trenes.

También el Gobierno de Fidel Castro informó a la Iglesia que "en breves semanas" les serían concedidos "algunos espacios en la televisión, la radio y la prensa escrita", y anunció que se permitiría la llegada de un crucero con exiliados desde Florida y vuelos directos desde EE UU para que peregrinos cubanoamericanos pudiesen asistir a las misas del Papa en Cuba.

Sin embargo, para la Iglesia, estas "concesiones", que eran impensables hasta hace poco tiempo, son insuficientes. La Comisión Eclesial ya señaló en su nota de prensa que el acceso que se concederá a los medios de comunicación "no satisface las expectativas de la Iglesia", y el domingo, en el mensaje de los obispos que leyó Ortega en el cementerio de La Habana, la Iglesia pide claramente "mayor libertad para su misión". "No debe confundirse libertad de culto con libertad religiosa", advierten los obispos. "'Esta implica el reconocimiento de la acción de la Iglesia en la sociedad y no limitada al libre ejercicio del culto". Estos tira y afloja entre la Iglesia y el Estado se han incrementado en los últimos meses.

Como ejemplo, Ortega se ha quejado en varias ocasiones de la prohibición de realizar procesiones en las calles con la Virgen de la Caridad del Cobre, la patrona de los católicos cubanos. El domingo, la Virgen llegó hasta la capilla del cementerio Colon en una furgoneta, sin peregrinaciones por la vía pública.