Los sindicatos italianos aceptan retrasar la edad de jubiláción
Romano Prodi podrá sacar adelante su Presupuesto de austeridad para el año próximo. El Gobierno italiano, de centro izquierda, y las tres grandes confederaciones sindicales del país llegaron ayer a un compromiso inicial, calificado de "histórico por el primer ministro", para retrasar la edad de jubilación, que en Italia puede conseguirse desde los 52 años un caso único en Europa.
Sin embargo, Prodi no ha logrado su otro objetivo, aumentar los años de cotización necesarios para jubilarse en las mejores condiciones. Las tres centrales, CGIL (ex comunista), CISL (demócrata cristiana) y UIL (socialista), rechazaron esta propuesta a cambio de aceptar la otra.
En el sistema actual un trabajador puede conseguir la jubilación a los 52 años siempre que haya cotizado 35. En las conversaciones mantenidas ayer, los sindicatos aceptaron un plan para aumentar la edad mínima, pero rechazaron un incremento de los años de cotización necesarios para conseguir la pensión máxima. El año próximo la edad mínima de jubilación será de 54 años, en 1999. pasará a 55 y en el 2001 a 57.
Esta modificación no afectará a los trabajadores manuales y a quienes trabajen desde antes de cumplir 18 años. Se trata de una de las condiciones impuestas para apoyar el Presupuesto por Refundación Comunista, partido cuyo voto es indispensable para que el Gobierno tenga mayoría en el Parlamento.
El Gobierno italiano pretende conseguir un ahorro de más de 345.000 millones de pesetas en el pago de pensiones el año próximo para reducir el déficit público al 2,8% del producto interior bruto.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.